El oficialismo no tendrá quórum propio en el Senado de la nación

NUEVO ESCENARIO EN EL CONGRESO
El Frente de Todos renovaba quince bancas y según los números provisorios, consigue nueve.
El resultado de las elecciones legislativas confirmó lo que habían anticipado las PASO de septiembre respecto del Senado, donde el bloque oficialista que lidera la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dejará de tener el quórum propio tras la derrota que sufrió el Frente de Todos en seis de las ocho provincias que eligieron senadores.

La nueva conformación del Senado a partir del 10 de diciembre dejaría a la bancada del Frente de Todos con 35 senadores, dos menos de los que se necesitan para tener mayoría y seis menos que los que tuvo hasta el momento, mientras que el interbloque de Juntos por el Cambio pasaría de 26 a 31.

Los comicios legislativos renovaron 24 bancas del Senado, un tercio del total de 72, al elegir tres legisladores en ocho provincias tres senadores cada una: dos por la mayoría y uno por la primera minoría.

Al igual que ocurrió en las primarias, la coalición opositora se impuso en las provincias de Chubut, Corrientes, Córdoba, La Pampa, Mendoza y Santa Fe, mientras que el oficialismo solo ganó en Catamarca y en Tucumán.

En Córdoba, el Frente de Todos sufrió la peor derrota al haber obtenido apenas el 10% de los votos y perdió la única banca que tenía por esa provincia, donde Juntos por el Cambio se impuso con holgura con el 54% de los votos y se aseguró dos bancas para Luis Juez y Carmen Álvarez, mientras que la tercera quedó para Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti.

«Se acaban de comer una paliza terrible. Reaccionen. Le ganamos al gobierno nacional, provincial y municipal. Gastaron millones y apretaron como nunca. Tengan un gesto de humildad», aseguró Juez en declaraciones a Cadena 3.

"Nuestra Córdoba viene progresando porque podemos pensar distinto. Sigamos caminando juntos, pensando distinto, pero haciendo la Córdoba del progreso para nosotros, para nuestros hijos y para los hijos de nuestros hijos", expresó Schiaretti.

En Santa Fe ganó cómodamente, con el 40,1% de los votos, la lista encabezada por Carolina Losada y Dionisio Scarpin, quienes entrarán a la Cámara alta junto con Marcelo Lewandowski, el primer candidato de la lista del Frente de Todos, que perdió la banca que hasta el momento ocupa María de los Ángeles Sacnun, dirigente de confianza de Cristina Fernández.

El Gobierno no logró dar vuelta las dos derrotas más sorpresivas que tuvo en la PASO, que fueron en La Pampa y en Chubut, por lo que perdió una banca en la primera provincia y dos en la segunda, donde contaba con los tres escaños.

La Pampa, clave

El Frente de Todos perdió anoche el quórum en el Senado y en La Pampa fue donde se definió el nuevo mapa político de la Cámara alta: es que de las tres bancas que se disputaban, dos que estaban en manos del peronismo y una de Juntos por el Cambio, dos quedaron en poder de esta última fuerza política y la tercera a manos del oficialismo

Juntos por el Cambio repitió su victoria en La Pampa con el 48,3% y aseguró dos bancas para Daniel Kroneberger y Victoria Huala, mientras que el Frente de Todos obtuvo el 42,1% y metió en la Cámara alta al actual ministro de Gobierno y Justicia provincial, Daniel Bensusán.

De las dos bancas que tenía el peronismo sólo ahora logró conservar una de ellas, lo que en la suma le da la pérdida del quórum en la Cámara alta.

La participación del electorado en La Pampa fue superior al 75 por ciento que votaron en más de 800 mesas en los distintos distritos.

En Chubut la coalición opositora sacó el 38% y entrarán al Senado Ignacio Torres y Edith Terenzi, mientras que el oficialismo, con 28,3% de los votos, se quedó con la banca de minoría para Carlos Linares.

Mendoza no tuvo sorpresas: la provincia gobernada por el radicalismo consagró a la lista de Alfredo Cornejo y Mariana Jury con el 49% de los votos y dejó en el segundo lugar al Frente de Todos, que con el 26% de los votos retuvo la banca de Anabel Fernández Sagasti, la senadora más cercana a la vicepresidenta.

En Tucumán Juntos por el Cambio estuvo cerca de dar el batacazo al quedar a tan solo 20 mil votos de distancia del Frente de Todos, que cosecho el 41,4% contra el 39,3% de Juntos por el Cambio: de esta manera ingresan al Senado Pablo Yedlin y la Sandra Mendoza, por el oficialismo, y el intendente de la capital tucumana, Germán Alfaro, por la oposición.
El Frente de Todos logró retener las dos bancas de mayoría por Catamarca (ver páginas 2 y 3).

Corrientes, otra de las provincias gobernadas por el radicalismo, la lista de Eduardo Vischi y Gabriela Valenzuela arrasó con el 59% de los votos y la del Frente de Todos, con apenas el 36,5%, logró retener la banca de minoría para Carlos «Camau» Espínola.n

Un nuevo escenario a partir del 10 de diciembre

El bloque oficialista del Frente de Todos será desde el próximo 10 de diciembre la primera minoría en el Senado de la Nación, de acuerdo con el resultado de las elecciones legislativas para renovar a un tercio de las bancas en la Cámara alta, que representan a las provincias de Corrientes, Catamarca, Córdoba, Santa Fe, Chubut, La Pampa, Tucumán y Mendoza.

Los nuevos senadores asumirán el próximo 10 de diciembre, cuando el escenario del Senado será muy distinto al que tuvo hasta el momento.

El Gobierno necesitará del apoyo de senadores que sean circunstancialmente aliados, como Alberto Weretilneck de Río Negro, Magdalena Solari Quintana de Misiones, o Lucila Crexell del Movimiento Popular Neuquino, para tener el quórum y así arrancar las sesiones y aprobar los proyectos que necesiten mayoría simple. Para los dos tercios, necesarios para reformas institucionales de peso, ahora queda a una distancia inalcanzable.

Los demás senadores que están por fuera de la polarización suelen votar con Juntos por el Cambio: se trata del salteño Juan Carlos Romero, la neuquina Lucila Crexell y la riojana Clara Vega, del Interbloque Federal.

De confirmarse la tendencia, será la primera vez desde 1983 que el peronismo necesite de aliados externos para armar el quórum que se requiere para garantizar las sesiones y la aprobación de las leyes que envíe el Ejecutivo.

Sólo en la primera votación de 2010 Carlos Menem le había facilitado su voto al llamado Grupo A del elenco antikirchnerista para que se alce con las presidencias de las comisiones más importantes. Fue tras la derrota K en las legislativas del año anterior.

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