EL CRIMEN DE RAYMUNDO BARRIONUEVO
Son conversaciones de Graciela Barrionuevo, hija de la víctima y pareja del imputado con familiares.
La querella presentó una nueva prueba para la investigación que está realizando el fiscal de Instrucción Nº 9, Jonathan Felsztyna, por el asesinato de Raymundo Barrionuevo: se trata de chats de WhatsApp entre Graciela Barrionuevo -hija de la víctima y pareja de Dardo “Peque” Condorí, el único imputado- con dos familiares.
En esas conversaciones, Graciela habría señalado a Condorí como el autor del crimen de Raymundo. “Estoy muerta en vida, el petiso lo mató a papá”, escribió Graciela en uno de los mensajes que envió a un pariente. “¿Vos decís que ese es el petiso (por Condorí, presuntamente)? Yo digo que sí por la forma de caminar”, añadió en otro mensaje. “Sí, creo que fue él porque toma y se pierde. Y si no tiene plata, se pone loco”, explicó, también en un chat.
Estos mensajes fueron enviados el 25 de enero de este año, aproximadamente, algunos días después del homicidio de Barrionuevo. Uno de los abogados querellantes en la causa, Gustavo Rentín Villegas, indicó en diálogo con la prensa que en uno de esos chats “la señora Barrionuevo manifiesta a esta persona (por el familiar) que efectivamente Dardo Condorí es el que cometió el hecho ilícito”.
Por ahora, Condorí es el único imputado por el crimen de Raymundo. Está acusado por el delito de “homicidio doblemente calificado”. Se encuentra detenido con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores. Para el fiscal Felsztyna, hay otra persona que está involucrada en el hecho y aún no fue descubierta.
El 15 de enero de este año, Raymundo fue ultimado a puñaladas entre las 7.30 y las 8.40, en su casa ubicada en el barrio San Ramón, en la ciudad Capital. En esa franja horaria estuvo Condorí, según quedó registrado en una cámara de seguridad. Al día siguiente, su cuerpo fue hallado por Rafael, uno de sus hijos. El hombre había ido a llevarle la comida para el almuerzo. Su padre estaba tendido en el comedor sobre un reguero de sangre. Había un gran desorden en toda la vivienda.
