DESDE EC SAPEM
Advierten que son realizadas por personas «que no están provistas del material necesario para operar en redes».
Luego de conocerse días atrás la noticia de que un hombre falleció tras recibir una descarga eléctrica mientras realizaba una conexión clandestina, el jefe de Relaciones Institucionales de la EC SAPEM, Aldo Palavecino, se refirió al tema, manifestando que desde la empresa detectan entre 20 o 30 conexiones clandestinas por día, “son un viejo problema, es robo de energía a la empresa y la operatoria no es nueva. Nosotros tenemos un área denominada Fraude, que se dedica a recorrer todos los días la ciudad y detectar conexiones clandestinas”, dijo.
Además, señaló que estos hechos se dan en personas que no están provistas del material necesario para operar en redes, “manipular un cableado eléctrico estando electrificado es algo muy riesgoso y que no se aconseja. Ni siquiera nuestro personal tiene permitido realizar estas operaciones, pero entendemos también que por distintos motivos los ciudadanos lo hacen y muchas veces las consecuencias son lamentables, como en este caso”.
Palavecino comentó que desde EC SAPEM detectaron una nueva modalidad de operar, «se trata de una sofisticación del robo de energía, que tiene que ver con instalar un cable paralelo a la conexión formal de la energía, lo que implicaría un robo indirecto a través de una línea formal, que cuesta más detectar», dijo.
«Nuestros operarios pueden detectar a simple vista una conexión clandestina, pero cuando observan una bajada convencional y bien hecha, hay que detenerse y verificar que ese cable que baja de la línea de baja tensión hasta el medidor, no esté intervenido o conectado a algún cable que da energía», señaló.
Relató también que hace alrededor de dos semanas, «realizamos un operativo en forma conjunta con la Policía en la zona sur de la ciudad y se detectaron en tres días un aproximado de 160 conexiones clandestinas. La energía que roba el colgado, es energía que nosotros compramos en Buenos Aires y que debemos pagar, entonces si el usuario la consume y no la paga, nosotros tenemos que hacernos cargo como empresa «, dijo.
El caso
Jorge Alberto Migdal (65), que contaba con múltiples condenas por asalto a mano armada, murió el sábado al intentar realizar una conexión clandestina de electricidad en la zona sur de la ciudad Capital.
Fuentes oficiales informaron que sucedió aproximadamente a las 18 en el barrio 107 Viviendas, el hombre manipulaba cables del tendido eléctrico y recibió una descarga fulminante que terminó con su vida.
