“Cuando tenía 12 años se aprovechó de mí, hoy que soy más grande lo enfrenté y le gané la pulseada”

Así se refirió la víctima del sacerdote Rasgido, hoy condenado a 15 años de prisión por abuso sexual, tras el veredicto.
Temblando, sin parar de llorar, con la voz entrecortada, abrazado de su familia, y sobre todo de su hija, con el acompañamiento también de la Red de Familiares Víctimas de Abusos Eclesiásticos habló la víctima del sacerdote. Mediante un crudo relato, el joven sobreviviente dialogó con la prensa.

“Desde que me pasó todo esto hoy puedo respirar, puedo levantar la frente gracias a mi hija que me trajo hasta aquí, porque yo me quería quitar la vida”, recordó como parte del calvario que sufrió durante todos estos años.

Es así que dijo sentirse conforme con la condena, “con que fuera culpable para mi es todo, dejé la mochila que hace 10 años la vengo cargando, y que no me dejaba caminar”.

“Hoy no me dejaron dar la última palabra, traje la valija que me regaló él (por Rasgido) para devolverle y que se lleve mis dolores de adentro. La última vez que se acercó a mi familia él me dejo la valija, yo me escape a Buenos Aires, desde ahí todos los días la cargaba. Hoy espero que los sobrevivientes que sufrieron abuso por parte de este diablo, que no hicieron denuncias, pero hablaron conmigo, puedan sentir un poco de alivio”, destacó.

En cuanto a su familia, destacó la fuerza y el protagonismo que su pequeña hija tuvo en todo este proceso. “Mi hija fue mi heroína, con solo tres años me salvó la vida, ahora disfrutaré de mi hija, mi viejo, mi familia, la gente de la Red que me impulsaron a seguir adelante”, apuntó.

“Hoy con 25 años pude mirarle la cara, cuando tenía 12 años se aprovechó de mí, de mi niñez, hoy que soy más grande pude hacerle frente y le gané la pulseada”, resaltó.

Por último, dijo que le hubiese gustado decirle al cura que “si no lo conocía por qué existían las llamadas, por qué se fue de Andalgalá el día que tuve el intento de suicidio, si él sabía por qué fue mi intento”, relató al joven a la prensa, para luego reencontrarse con su familia.

Para compartir: