BALANCE DE CECILIA GUERRERO EN LA PRESIDENCIA
La última sesión ordinaria de la Cámara de Diputados fue también la despedida de los diputados que finalizan sus mandatos con emotivos discursos y balances. El cierre lo realizó la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Guerrero, que realizó un balance de los dos años de gestión.
En alguna medida, su mensaje transmitió la tensión interna que existe en el oficialismo por la conducción de la Cámara. Sin embargo, fuentes gubernamentales ratificaron la continuidad de Guerrero en la Presidencia a partir de una decisión consensuada entre Lucía Corpacci y Raúl Jalil.
En primer lugar, Guerrero realizó una despedida a cada uno de los legisladores que finalizan sus mandatos y que estaban presentes en el recinto. En ese marco se refirió a su gestión: «Quiero expresarle al cuerpo, a los que se van y los que siguen, un agradecimiento muy profundo por haber confiado en mi persona para haber desempeñado la presidencia del cuerpo. Fue un altísimo honor y una gran responsabilidad. Me emociona saber que fui la primera mujer en tener tan alta distinción, nos tocó una época muy difícil y compleja. Pido perdón por mis errores y pido comprensión por mis defectos, pero siempre trabajé con la mayor de las responsabilidades, tratando de dejar sembrada una semilla de transformación en esta Cámara», dijo al borde de las lágrimas.
También destacó la labor de aquellos legisladores que emprendieron proyectos colectivos. «Nos imponen alejarnos de las mezquindades, que a veces se ven mucho en política, y la hipocresía también se nota y se siente. Uno con los años y con la madurez percibe y aprende a conocer a las personas».
En ese marco, se refirió a las políticas que defendió por la perspectiva de género y por los derechos humanos. «Trabajamos fuertemente en la implementación de la ley Micaela que tuvo costos y que me ha valido críticas, pero creo que la única forma de combatir la violencia de género es la reconstrucción de paradigmas basados en el respeto entre géneros para avanzar hacia una sociedad más justa», sostuvo.
«Tengo el honor de decir que esta Cámara fue la primera institución del Estado provincial de Catamarca en implementar en forma permanente la ley Micaela, la formación en perspectiva de género y que la Cámara, a través del equipo de la ley Micaela, es requerida por organismos públicos.
«Queridos colegas los cargos no nos hacen mejores personas. Nosotros, como dirigentes políticos, tenemos el deber institucional, jurídico, político y ético de honrar los cargos. El mayor de los éxitos a los colegas que van a dejar la Cámara en los primeros días de diciembre, que redoblen el compromiso con la política porque es la forma de profundizar y continuar el compromiso con el pueblo», cerró.
El diputado Diego Figueroa se quebró al despedirse de sus pares al confesar que su sueño había sido llegar a la Cámara baja. Llamó la atención la ausencia, en la última sesión, del diputado Víctor Luna (UCR), quien finaliza su mandato como legislador tras varios períodos en la Legislatura.