VUELTA A CLASES CON PRESENCIALIDAD PLENA
La supervisora general de Educación señaló que todavía siguen inscribiendo estudiantes.
Desde el Ministerio de Educación de la Provincia dieron a conocer que en este ciclo lectivo aumentó la matrícula de alumnos en el nivel primario en las escuelas estatales. También destacaron que hay “muchísima demanda” por parte de padres y madres para inscribir a sus hijos e hijas. La supervisora general del Ministerio, Mónica Díaz, brindó una entrevista a El Esquiú.com y señaló que hay mayor demanda en primer grado.
A Díaz le consultaron si este año subió la cantidad de alumnos en las aulas y respondió: “Estamos, seguramente, en un aumento. Hay muchísima demanda. Todavía un número cierto no lo podemos realizar porque esta semana se están inscribiendo. Hay poca cultura todavía de los papás de inscribir en las fechas que se establecen, que se definen. Para primer grado enseguida los inscriben, pero después, en los grados siguientes, esperan el inicio de clases para inscribirlos. Así que en esta semana estamos todavía recibiendo alumnos y matriculándolos. Según lo que me comentaron los supervisores, hay demanda de matrículas, hay chicos que se cambiaron de departamento o que vienen de otras provincias y también en la circulación, en el caso de la Capital, norte y sur, por el tema de cambio de domicilios”.
La funcionaria destacó que hay más demanda en primer grado. “Y nosotros en primer grado tenemos la realidad de nenes que pudieron asistir virtualmente, a través de la no presencialidad, con distintas estrategias, al nivel inicial; y nenes que no recibieron esa continuidad pedagógica en el nivel inicial. Tenemos esas dos realidades en primer grado. (…) El docente de primer grado va a tener que hacer una propuesta focalizada a ese universo. Si bien todos los grados son heterogéneos, este año se va a acentuar mucho más esa demanda de los nenes que no tuvieron el vínculo con su compañerito o con la maestra”.
“La escuela es segura”
En otro pasaje del diálogo, Díaz consideró que los padres y madres tomaron “conciencia de que la escuela es segura, de que la presencialidad es beneficiosa para el alumno, para el docente y también para la familia”. “Después de estos dos años, cada uno de los hogares se transformó en aula, porque la escuela nunca se cerró. Se cerró el espacio físico pero la escuela siguió brindando sus servicios educativos”.