LO CONDENARON A 22 AÑOS DE PRISIÓN
Las víctimas tenían entre 11 y 13 años y, amenazadas, fueron víctimas de abuso sexual durante 6 años.
Un sujeto fue condenado ayer en ámbitos de la Cámara Penal N°2 por el delito de abuso sexual agravado, por hechos que tuvieron como víctimas a niñas que tenían entre 11 y 13 años y eran familiares directas de su pareja.
En la última jornada del juicio, que se concluyó ayer, el ahora condenado pidió la palabra y confesó haber abusado de las pequeñas, en hechos de abuso sexual infantil ocurridos entre los años 2014 y 2020.
Los jueces Silvio Martoccia, Mauricio Navarro Foressi y Fabricio Gershani Quesada hicieron lugar al pedido del fiscal Ezequiel Walther, que luego de lo vertido en el juicio, sostuvo la acusación en contra del hombre en un debate que se llevó a cabo a puertas cerradas por tratarse de hechos de índole sexual. En este sentido, tampoco se identificó al condenado debido a la relación de parentesco que este tenía con las pequeñas víctimas: dos de ellas eran sus sobrinas y la otra, su hermanastra.
En total, el individuo fue encontrado culpable de siete hechos de “abuso sexual simple”, “abuso sexual con acceso carnal” y “pornografía infantil”.
Al momento de prestar su declaración, el hombre, que contó con el patrocinio legal de la defensora penal oficial, Valeria Olmedo; optó por reconocerse como culpable de los hechos que se le endilgaban.
Palabra de una víctima
Cabe destacar que luego de escucharse la confesión del hombre, las partes decidieron desistir de la presentación de todos los testigos, pero una de las víctimas, ahora una adolescente, solicitó hablar y se le brindó la oportunidad de relatar pormenorizadamente los hechos que la tuvieron como víctima del sujeto por años.
Tras esto, lo que ocurrió el pasado martes, los jueces pasaron a un cuarto intermedio para ayer, momento en que se dio a conocer la sentencia condenatoria.
Abusos
Los hechos acaecidos en el período de tiempo mencionado, habrían tenido lugar en la casa del propio condenado, en momentos en que las niñas visitaban a su tía de sangre y pasaban la noche allí.
En ese inmueble, vivía el ahora condenado con su pareja y sus dos hijos, pero durante la noche todos compartían la habitación y los aberrantes hechos h ocurrían cuando el resto de los presentes dormían.
El hombre constataba que su pareja e hijos estuvieran dormidos y aprovechaba la vulnerabilidad de las menores de edad para someterlas a sus bajos instintos. Sin embargo, los abusos no se habrían limitado al horario nocturno, puesto que las víctimas contaron que el sujeto también tocaba sus partes íntimas en descuidos que tenía su esposa, ya sea cuando todos almorzaban en el comedor familiar o cuando estaban estudiando o llevando a cabo otras actividades.
La aberrante situación salió a la luz con la llegada de una tía de las pequeñas de visita al domicilio, ya que esta notó comportamientos irregulares e impropios de la edad de una de las niñas y comenzó a hacerle preguntas. Luego de insistir en varias ocasiones, la niña terminó relatando que sufría del abuso sexual por parte del hombre, pero que tanto ella como su hermana y su prima, padecían en silencio porque el hombre les había asegurado que si abrían la boca para acusarlo, este le quitaría la vida a su madre. Temiendo que concrete sus amenazas, las tres permanecieron en silencio por años.
A su vez, cuando por fin se concretó la denuncia y la detención del sujeto, el fiscal pidió como parte de la investigación que se efectúen pericias en su celular y como resultado de esto, surgió que el sujeto guardaba cientos de fotografías pornográficas protagonizadas por niños, en las que también se los podía observar en situaciones sexuales o siendo abusadas por mayores de edad.