Yáñez agravó la denuncia contra Fernández y habló de violencia, alcohol y droga

Prestó declaración testimonial desde Madrid
La exprimera dama reveló que su expareja la obligó a practicarse un aborto. Dijo que cayó en el alcoholismo.

En su primera declaración testimonial ante la Justicia, por zoom y desde el consulado argentino en Madrid, Fabiola Yáñez brindó más detalles sobre los golpes que sufrió durante su convivencia con Alberto Fernández. Los episodios los situó en varios lugares y que comenzaron desde 2016. Se quebró al hablar del abortó al que, sostuvo, la indujo el expresidente, la situación junto «al menosprecio constante al que me sometió», fue el punto de partida de algún exceso con el alcohol, pero desmintió haber sido adicta. Además, dio detalles sobre nuevas golpizas pero negó haber sufrido violencia sexual.

Medios nacionales tuvieron acceso a la declaración testimonial que duró poco más de tres horas. Desde la Embajada argentina en España y de forma virtual, la exprimera dama manifestó aún «vivir con miedo» principalmente por su hijo y sostuvo entre lágrimas que la mayor coacción ejercida por el expresidente «es la amenaza constante de quitarme a mi hijo». Francisco, el niño de dos años que tuvieron juntos, es de nacionalidad argentina y según relató es el planteo con el que más la atacó Fernández el último tiempo.
La violencia sufrida «fue constante, era habitual», recibir golpizas y «todo tipo de agresiones», expresó la exprimera dama. Le puso fecha a esos sucesos y dijo que cuando vivían en Puerto Madero en 2016 comenzó el hostigamiento y el maltrato.

Visiblemente quebrada, continuó relatando que uno de los momentos más difíciles fue el aborto que terminó practicándose a finales de 2016. Poco tiempo después de convivir Yáñez quedó embarazada. Pero cuando se lo contó a su pareja, Alberto Fernández comenzó lo que ella llamó su «desprecio y rechazo». Dijo sentir un «menosprecio» constante. Entre lágrimas acusó al exmandatario de llevarla a «tomar la peor decisión».

Reconstruyó un incómodo diálogo: el expresidente le remarcó que no podía manifestarle a nadie que iban a tener un bebé, incluso le argumentó que aún no la había presentado a ella ante su hijo Estanislao. En el contexto de esa charla, la exprimera dama le replicó que, si le hubiese avisado antes, se habrían cuidado para evitar el embarazo. «Hay que resolverlo, tenés que abortar» se consignó.

La pérdida del bebé, agregó ante el fiscal González, la llevó a tomar alcohol más de lo aconsejable en varias ocasiones. Pero según ampliaron las fuentes, Yáñez anticipó que Fernández trataría de hacerla pasar por alcohólica, una adicción que dijo no tener. En ese momento, visiblemente alterada, sentenció: «Que él no se haga el abstemio» y dijo que el expresidente también consumía frecuentemente alcohol y «también fumaba».

En ese marco, contó que cuando llegó Fernández a la Presidencia y se mudaron a la quinta de Olivos, los episodios de violencia no cesaron, muy por el contrario: desde el aborto «todo fue en aumento». Pero hubo otro punto de quiebre, «después de la fiesta de Olivos y la derrota electoral de medio término, la violencia cada vez peor». Insinuó, en ese momento, que vivió «un infierno».

Yáñez también confirmó presuntas agresiones físicas mientras estaba embarazada en aquel momento. Se llegó a hablar incluso de «patadas en el piso».

Cuando el fiscal Ramiro González le preguntó sobre la fotografía que consta en la causa, donde a ella se la ve con un ojo morado, explicó: «Fue una noche, una discusión en la habitación y él terminó pegándome un puñetazo en el ojo». n

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