Vecinos de Miraflores piden por Ringo y Lobita

ANTE EL COMISARIO DEL PUEBLO
Mientras aún resuenan los sentidos mensajes por la muerte Globito, el perro del Colegio Padre Ramón de la Quintana, muy apreciado por esa comunidad, y que fue sepultado ayer en el predio del establecimiento en La Quebrada, la sociedad, en este caso de la localidad de Miraflores, en el departamento Capayán, vuelve a verse conmovida por la situación de otros dos perritos.
En este caso se trata de Ringo, el callejerito más famoso, y Lobita, que, de tiempos que nadie puede precisar, se aquerenciaron en la cuadra de la Comisaría del pueblo; pero el nuevo jefe de la repartición, recién llegado, no los quiere en el lugar.

Los dos canes ya forman parte del colectivo social del sector, particularmente de los niños, que hasta se han ocupado de hacerlos asistir por un veterinario, cuando se los ha advertido con algún problema de salud.

“El nuevo comisario -según los vecinos- no quiere saber nada con que los perros merodeen por el frente de la Comisaria y prohibió que se les deje agua y/o comida en la vereda”, advirtieron por las redes sociales.

La actitud del uniformado, recién llegado al pueblo, generó el enojo de la vecindad lugareña, que hasta le solicitó una audiencia, en la que obtuvieron la respuesta antes mencionada.

El malestar comunitario se trasladó a las redes sociales, donde los preocupados vecinos intentan de persuadir, por todos los medios, al Jefe Policial aludido, hasta con citas religiosas. Como la evocación “a preceptos de San Francisco de Asís, quien llamaba a los animales, al fuego y al agua como ‘hermanos y hermanas’, pues todas las criaturas provienen de la misma fuente y, por tanto, en cierto sentido, todos son miembros de una misma familia”.

¿Se conmoverá el rudo policía?.

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