La ministra Carla Vizzotti dijo ayer que no se tiene que poner el foco en los contagios; las variables que analizan desde Salud.
“Lo que tenemos que monitorear son las internaciones y la ocupación de unidades de terapia intensiva. No hay que mirar tanto los casos, sino las internaciones y las muertes. Tenemos que aprender a no poner la mirada en los contagios”. Como si fuese algo premonitorio ante la fuerte suba de contagios que hubo entre ayer y hoy, hace menos de 24 horas la ministra de Salud de la nación, Carla Vizzotti, expresaba este concepto ante un grupo de periodistas argentinos que la acompañaron a Bolivia en una visita relámpago para donar un millón de vacunas de AstraZeneca al país vecino.
La semana de la Nochebuena y la Navidad comenzó en la Argentina con una marcada suba en los nuevos infectados de coronavirus Covid-19. Solo entre ayer y hoy se dio un incremento cercano al 75% al pasar de 5337 contagios a 9336. El incremento se vio impulsado por el salto en grandes aglomerados urbanos como el Área Metropolitana de Buenos Aires, Córdoba y Tucumán.
¿Pero por qué la ministra de Salud le quitó dramatismo a la situación? Esto se debe a que en el país, desde principios de agosto cambiaron los parámetros para definir las restricciones por Covid-19. Los contagios, en este contexto, dejaron de estar en el centro de la escena.
Cómo se medía antes y cómo se mide ahora
El semáforo, en una primera instancia, tenía en cuenta dos variables:
Por un lado, la razón: cuando el cociente entre el número de casos confirmados acumulados en los últimos 14 días y el número de casos confirmados acumulados en los 14 días previos es superior a 1,20 (es decir, que los casos aumenten un 20% de una quincena a la otra).
Por otro, la incidencia: cuando el número de casos confirmados acumulados de los últimos 14 días por 100.000 habitantes es superior a 150.
Esto se extendió hasta fines de marzo, cuando el Gobierno sumó al semáforo -que hasta ese entonces tenía la escala de baja, media y alto riesgo-, una escala extra: “alarma epidemiológica”.
A partir de ese momento y hasta la primera semana de agosto, la alerta epidemiológica y sanitaria se aplicó a los grandes aglomerados urbanos, departamentos o partidos de más de 300.000 habitantes.
Estos se consideraban en alerta si la incidencia era igual o mayor a 500 casos cada 100.000 habitantes, o si el porcentaje de ocupación de camas Unidades de Terapia Intensiva era igual o mayor al 80%.
Además, eran de “Bajo Riesgo” los distritos con entre 50 y 150 casos cada 100.000 habitantes; de “Mediano Riesgo” los que tenían entre 150 y 250 casos cada 100.000 habitantes y de “Alto Riesgo” los que registraban entre 250 y 500 casos cada 100.000 habitantes.
Sin embargo, el avance en la vacunación -más del 83% de la población ya comenzó el esquema de inmunización y más del 70 lo completó- permitió que la baja de los cuadros graves sea constante y la tan temida saturación del sistema de salud esté cada vez más lejos.
Si se miran los parámetros actuales, la situación no está en niveles críticos como los ocurridos en el pico de la segunda ola a fines de julio pasado.
Por ejemplo, las personas internadas en unidades de terapia intensiva pasaron de 739 a 803. En tanto, el porcentaje de camas en Unidades de Terapia Intensiva ocupadas se mantuvo casi estable. Hace una semana a nivel nacional promediaba el 35,3%, mientras que en el Área Metropolitana de Buenos Aires llegaba al 38%. Hoy, esos porcentajes son: 35,1% y 38,2% respectivamente.
Qué dicen los expertos sobre la suba de contagios
Consultados por LA NACION, tres reconocidos expertos en salud analizaron la situación actual y coincidieron en la importancia de mejorar la vacunación e ir a buscar a aquellas personas que no completaron sus esquemas, porque tanto la variante delta como la ómicron tienen mayor posibilidad de evadir la respuesta de las vacunas si no se tiene el esquema completo y el refuerzo.
“Que se dupliquen los casos o que aumenten más de un 70% los contagios de un día para el otro es una medida de preocupación, no solo para la Argentina, sino para cualquier país. Por otro lado, es correcto que estamos con pocas internaciones, poca ocupación de camas de terapia y baja la mortalidad. Sin embargo, si sigue aumentado el número de casos, en algún momento se pueden enfermar los grupos de riesgo y esto deriva en internaciones y muertes que no se expresan el mismo día del aumento de contagios, sino de 15 a 20 días después”, analizó ante LA NACION Eduardo López, médico infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y agregó: “Creo que con la variante delta y ómicron tener una sola dosis no es estar vacunados… Debería haber mayores opciones de lugares y horarios de vacunación”.
Por su parte, Elena Obieta, médica infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, dijo a LA NACION: “La suba de casos tiene que ver con un relajamiento, porque muchas personas piensan que con estar vacunado ya alcanza. Por eso hay que remarcar que, aunque se esté vacunado, una persona puede adquirir Covid-19 sin ningún síntoma, transmitírselo a otra persona, y eso perpetúa la circulación del virus en la comunidad”.
La infectóloga agregó: “Por otra parte, la suba tiene que ver con la variante delta, que es un 60% más contagiosa que la cepa original, y ómicron parece que incluso le gana esa batalla a delta, esperemos que a expensas de tener menos letalidad. En resumen, hay que vacunar, vacunar, vacunar y asegurar que toda la población tenga, al menos, las dos dosis y preferentemente el refuerzo, si ya pasaron más de cinco meses de la segunda dosis, y seguir con los cuidados”.
En tanto, Hugo Pizzi, infectólogo de la Universidad Nacional de Córdoba y que trabaja con el gobierno de esa provincia en la campaña contra la Covid-19, analizó ante LA NACION la suba exponencial de casos en Córdoba: “Sube acá, pero también en el resto del país. En los últimos siete días subió un 75% en todo el país. Córdoba tiene una ventaja que es el trabajo en conjunto provincia, municipio y universidad con 7500 voluntarios que salen a hacer testeos. Por eso es que descubrimos muchos más contagios que otras provincias. En todos lados debe haber muchos contagios, pero no los localizan”.
“Lo que preocupa acá es delta, no tanto ómicron, que todos los contagios que tuvimos hasta ahora pasaron la enfermedad en su casa y en forma leve solo con fiebre y dolor de cabeza. No ataca el olfato, ni los pulmones”, dijo Pizzi, y agregó: “Acá hay un punto de inflexión que fueron las elecciones primarias. Allí la gente se relajó y creyó que la pandemia había terminado todo”.
El experto cordobés concluyó: “Ahora hay un grupo de gente que está preocupado por vacunarse porque se les impuso el pase sanitario. Ese grupo nunca ayudó y ahora se quiere ir a vacunar. Por otro lado, las camas de terapia intensiva se están comenzando a ocupar. Lo que sí notamos es que los pocos que se están muriendo son personas que no estaban vacunadas o no tenían esquema completo”.