Abuso sexual en el motel
Los imputados por el supuesto ultraje dieron a conocer su versión de los hechos a través de una familiar.
Por primera vez, Alfredo Frías (30) y Rodrigo Frías (22), imputados por el presunto abuso sexual que ocurrió en el motel, comentaron su versión de los hechos. Lo hicieron a través de Romina Frías, quien es hermana de Alfredo y tía de Rodrigo. Romina brindó una entrevista en exclusiva a El Ancasti y, en la oportunidad, se refirió al suceso que es investigado por la fiscal Penal de Violencia Familiar y de Género, Alejandra Antonino. Romina mencionó que, según el relato de Alfredo y Rodrigo, ellos y la denunciante estuvieron de acuerdo con tener relaciones íntimas. La mujer explicó que solamente Alfredo tuvo “relaciones” con la denunciante y que no hubo agresión física hacia ella.
Romina detalló que, ese viernes 1 de noviembre, Alfredo y Rodrigo estaban regresando a sus viviendas y recibieron mensajes de la denunciante alrededor de las 7.00. “Ahí empezó la conversación con mi hermano Alfredo. Ella le relata que estaba en un after con una amiga y él (por Alfredo) le dice que estaba con mi sobrino Rodrigo. Ellos ya estaban volviendo a mi casa. Ella le dijo (a Alfredo) que la fuera a buscar, creo que cerca de la avenida Belgrano, por ahí. Ella andaba con una amiga. La amiga de ella estaba muy tomada y aparte la chica dijo que tenía que ir a trabajar. Entonces, le pidió a mi hermano que la acercara hasta la casa y él la llevó hasta la casa y la dejó ahí”, indicó.
Luego, Romina remarcó que la denunciante se quedó compartiendo con Alfredo y Rodrigo. “Entraron en el motel tipo 7.30, 8.00. Estuvieron cuatro horas ahí. Estuvieron tomando. Ellos quisieron hacer un trío. No funcionó. Mi sobrino (por Rodrigo) tiene un carácter bastante tímido. Se inhibió al estar con mi hermano (por Alfredo). Y no pudo tener relaciones con ella. Estaba muy alcoholizado, se durmió. Mi hermano (por Alfredo) dice que sí tuvo relaciones con ella. No hubo golpes, no hubo maltrato, hubo una relación, como ya ha pasado en varias ocasiones”, agregó.
Romina señaló que, después, Alfredo observó “una mancha de sangre” y “le pregunta si ella estaba bien y ella le dice que sí. Le comentó que tuvo una operación de útero muy reciente y que ella decía que podía haber sido eso lo que le había provocado el sangrado. Entonces, mi hermano le dice ‘lo dejamos a mi sobrino y te llevo al médico y a tu casa’. Ella le dice que bueno”.
La pariente de los acusados destacó que, al mediodía, cuando los tres se estaban retirando del motel, arribó la Policía al lugar. “Llega el momento de pagar. (Alfredo) paga las cuatro horas que estuvieron. Cuando ellos salen, estaban sentados esperando en el auto. Llega la conserje del motel y le dice que hay una mancha de sangre que tiene que pagar. Entonces, él (por Alfredo) entrega de vuelta su tarjeta para que se debite. Y ahí, le dicen que esperen afuera. Ella (por la conserje) entra a hacer toda la transacción y al ver que no salía le pregunta. Le dicen que no podían debitar todavía. Entonces, le piden el documento, a lo que él entrega su documento. En ese momento, se abre el portón y entra la Policía”, siguió.
Romina resaltó que un policía “le preguntó a mi hermano qué había pasado” y después “la habla, le pregunta a la chica cómo estaba, la chica le dijo que estaba bien. Llamaron a la ambulancia, la atendieron en ese momento ahí. Ella se acercó hasta mi sobrino Rodrigo y le dijo ‘quedate tranquilo que no va a pasar nada’”.
Tras esta situación, los investigadores continuaron con el protocolo para casos de abusos sexuales. “Ahí la llevaron a ella como protocolo a la Maternidad y a ellos, a la comisaría de San Isidro. La denuncia la chica la hizo recién el domingo a la mañana”, enfatizó Romina. La mujer pidió que se visualicen los celulares de sus familiares y que se incorporen al expediente “los tickets del motel” porque son “pruebas fundamentales” que los “benefician” a ellos.
“Han creado un monstruo, cuando no es así. Sabemos que no fue así. Los tres estuvieron de acuerdo. Ella entró a Maternidad diciendo que ella fue consciente. Yo no sé qué la hizo cambiar de opinión después”, añadió.
Según Romina, en el examen corporal de Alfredo y Rodrigo “no hay rasguños, están limpios. No tienen absolutamente nada. Si ella dice que gritaba, que se quería defender, ellos tendrían que haber tenido alguna marca, que no la tienen. El examen corporal salió limpio”.
Por último, resaltó que quieren que se “esclarezca” el caso para que “la sociedad sepa, realmente, que no fue así, que el monstruo que crearon nada que ver. Los chicos son inocentes. Nosotros queremos que se haga justicia”.
Preventiva
Los Frías aguardarán el juicio en su contra detenidos en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores, en el departamento Capayán. El último viernes, el juez de Control de Garantías N° 1, Héctor Rodolfo Maidana, dictó la prisión preventiva en contra de ambos.
El supuesto abuso del que fue víctima una mujer de 23 años sucedió el 1 de noviembre en un motel ubicado en el departamento Valle Viejo. Por este hecho, la fiscal Antonino los imputó por el delito de “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por ser con la participación de 2 o más personas y por ocasionar un daño en la salud”.
Desde la querella indicaron que, a través de una junta médica, se pudo establecer que la denunciante tiene una retraso madurativo psicoemocional. Así lo señaló el abogado querellante, Sebastián Ibáñez.
“Hay una prueba muy importante que es la evaluación en junta interdisciplinaria que se le hizo a la víctima con una psicóloga, una psicopedagoga y una psiquiatra del Cuerpo Forense (por el Cuerpo Interdisciplinario Forense), que arroja que es una persona muy vulnerable en su psiquismo, en su psicología, y con un retraso madurativo psicoemocional de por lo menos cinco años. Es decir, la edad cronológica de ella de 23 años no condice con la madurez, con la evolución psicológica y psíquica. Tiene una gran ingenuidad, es muy vulnerable en ese sentido. Más de lo que sería cualquier otra víctima de estos delitos”, detalló en diálogo con la prensa.