«JUSTICIA POR MANO PROPIA» EN EL SUR
Se hicieron ruedas de reconocimiento y el progenitor del oficial fue identificado. Los tres pasaron a calidad de detenidos y serán indagados mañana por la fiscal De Marcos.
La situación procesal del oficial inspector de la Policía de la Provincia, su padre y su hermano se agravó ya que pasaron a calidad de detenidos por el grave caso de «justicia por mano propia» que los tuvo como protagonistas el viernes a la madrugada en el sur capitalino.
El policía Luis Miranda (27), su padre Luis (51) y su hermano Federico (21) seguirán tras las rejas, según lo resolvió la Fiscalía de Instrucción durante la feria, a cargo de Gabriela De Marcos. Padre e hijos seguirán detenidos y mañana lunes serán llevados al edificio de Fiscalía Penal para ser indagados por el violento episodio ocurrido en cercanías de la avenida Costanera, en donde fueron con armas de fuego a recuperar elementos que supuestamente les habían robado.
Los tres sospechosos están defendidos por el abogado Juan Pablo Morales y se estima que el lunes podrían prestar declaración ante la fiscal De Marcos.
Rueda de reconocimiento
En el marco de la investigación, en el edificio de la exfiscalía penal -en calle Junín al 600- se realizó la rueda de reconocimiento para Luis Miranda (padre). El hombre fue sometido a tres ruedas y fue señalado por los testigos, según confirmaron fuentes judiciales consultadas por El Ancasti.
Sumario
Por otro lado se conoció ayer a la mañana que desde la Dirección Sumarios Administrativos y Asuntos Internos de la Policía de la Provincia trabajan en la investigación del hecho para determinar los pasos a seguir en cuanto a la situación del oficial Miranda.
«Se hace saber que desde la Jefatura de Policía y el Ministerio de Seguridad se acompañará a la Justicia para que, en caso de corresponder, aplique una condena ejemplar en este tipo de hechos teniendo en cuenta la gravedad que reviste el rol de policía», informaron desde la Jefatura a cargo del comisario general Ulises Marcelo Córdoba.
El episodio sucedió el viernes alrededor de las 5 de la madrugada cuando un grupo de jóvenes estaba compartiendo una comida y bebidas en una vivienda ubicada en el pasaje Jerusalén casi esquina Florida.
El relajado momento tuvo un abrupto final cuando irrumpieron tres hombres, dos de ellos portando armas de fuego, mientras a los gritos les exigían que les entregaran un parlante. Los hombres armados eran Miranda junto a su padre y su hermano, quienes culpaban a los jóvenes de haber sustraído el equipo de música.
Antes de marcharse de la casa, golpearon con la culata del revólver a un joven de apellido Vera, quien tuvo que ser atendido por el SAME. Esta persona negó haber robado el parlante y dijo que lo había comprado de buena fe.
Acto seguido padre e hijos se marcharon raudamente en un automóvil Peugeot 208 blanco y antes de regresar a su casa en calle Zurita atacaron también a otro joven, quien sufrió un corte en su cabeza y fue llevado al hospital en un vehículo particular.