EL MIRADOR POLÍTICO
Los bandos de la oposición librarán en octubre un round determinante para tratar de organizar una alternativa consistente contra el oficialismo provincial, que parece decididamente enderezado hacia el traspaso del mando de Raúl Jalil a Gustavo Saadi.
Faltan dos años y los imponderables son muchos, pero si la hoja de ruta esbozada se concreta, el peronismo catamarqueño habrá conseguido en 2027 encadenar sin traumas tres ciclos políticos.
Es un mérito singular: el compromiso de alternancia ha sido más eficaz que la reelección indefinida para sostener expectativas de permanencia en el poder. El FCS cayó en 2011 tras veinte años de Gobierno cuando Eduardo Brizuela del Moral se postuló para un tercer mandato.
Saadi tendrá que ganar, por supuesto, pero no aparecen en el horizonte inmediato figuras en condiciones de amenazar sus proyecciones.
La confianza en la sucesión Jalil-Saadi opera como objetivo común y neutraliza las divergencias entre las facciones oficialistas.
Esta lógica de unidad se refuerza con la incertidumbre que impera en el campo opositor, afectado por la irrupción de los libertarios.
Polarización “sui géneris”
Con Javier Milei traccionando desde la candidatura presidencial, en 2023 los libertarios desplazaron al tercer lugar al Juntos por el Cambio catamarqueño, que había suplantado al viejo FCS desde 2015 y se articulaba en torno al radicalismo.
La novedad alteró la escena del mismo modo que el fenómeno Milei lo hizo a nivel nacional, pero conviene matizar esta obviedad con algunas particularidades provincianas.
La victoria del Gobierno, con las reelecciones de Jalil en la Provincia y Saadi en la Capital, fue apabullante, por más de 30 puntos, mientras que la diferencia entre las Fuerzas del Cielo y Juntos por el Cambio resultó de apenas un punto.
Una polarización “sui géneris”: el peronismo revalidó su primacía sin atenuantes, la oposición que quedó dividida por un empate técnico.
Aunque el atractivo de Milei es innegable, las elecciones provinciales realizadas hasta el momento demuestran que no es suficiente fuera del área metropolitana.
Allí, el Presidente le puso el cuerpo a Manuel Adorni y triunfó en CABA sobre una fragmentada constelación de antagonistas. Volverá a jugar con todo en Provincia de Buenos Aires en septiembre, aliado con el macrismo residual al que sometió en los comicios porteños, para tratar de potenciar su marca con un resultado favorable en las nacionales de octubre.
En las otras provincias que desdoblaron elecciones, las formaciones libertarias perdieron salvo en Chaco, donde concurrieron camufladas en la oferta del gobernador radical.
Está por verse si el magnetismo electoral de Milei se traslada al sello de La Libertad Avanza. Es una incógnita central que se despejará en octubre, donde el Presidente no estará en las boletas y los gobernadores, “perversos degenerados fiscales”, buscarán retener su gravitación en el Congreso.
Diáspora catamarqueña
Dos años después, la alianza libertaria catamarqueña está rota.
Un sector alineado con la hermanísima Karina Milei se quedó con el control del sello partidario de La Libertad Avanza. Sus referentes más visibles son los diputados provinciales Adrián Brizuela y Federico Lencina y el titular de la delegación provincial de ANSES Pablo Agüero. La ex diputada nacional Miryam Juárez, jefa regional del organismo previsional, vinculada al neomenemismo, articula la facción con un perfil bajísimo.
Expulsado de este esquema, el diputado Fernando Baigorrí, presidente del MID, se referencia en la vicepresidenta Victoria Villarruel asociado con el empresario Javier Galán.
El ex candidato a gobernador José Jalil Colomé, también exonerado por los “karimenemistas”, trata de reflotar por su parte el Partido Libertario.
El 7 de agosto hay que presentar las alianzas en la Justicia Electoral, el 17 los candidatos. Son los tiempos que tienen los administradores de La Libertad Avanza para revertir la diáspora, si es que les interesa.
Los movimientos en el radicalismo marcan otro rumbo.
Fractura radical
Los radicales “peluca” decidieron vaciar la interna radical convocada para el 3 de agosto, en el marco de la cual deben presentarse precandidatos mañana lunes. Las líneas del diputado provincial Tiago Puente y el diputado nacional Francisco Monti desertaron con fuertes críticas al rumbo del partido y buscarán espacio en el proyecto de La Libertad Avanza.
En la fractura del radicalismo está una de las claves de la elección de octubre.
Puente y Monti se postulan como los canales para que La Libertad Avanza absorba lo que fue Juntos por el Cambio.
Tiago Puente y Francisco Monti son a La Libertad Avanza de Catamarca, lo que Cristian Ritondo y el “Colorado” Santilli son a Karina Milei y los Menem en el área metropolitana.
Es una versión “catucha” de lo que Milei hace en AMBA con el PRO. Los radicales “peluca” son al diputado Federico Lencina, presidente de la franquicia LLA, lo que Cristian Ritondo y el “Colorado” Santilli son a Karina Milei y los Menem.
El radicalismo refractario a las Fuerzas del Cielo retendrá el devaluado sello partidario para intentar formar con las facciones ajenas al pacto libertario una coalición que recupere el espacio de principal oposición al Gobierno provincial de cara a 2027.
Es una apuesta con sabor a revancha contra la mística de La Libertad Avanza y el tsunami violeta que augura Milei, planteada en función de los números de 2023 y el hecho de que las terminales locales de la Casa Rosada no han conseguido aún instalar figuras con peso suficiente para contraponer a las jefaturas boinablancas inerciales.
Que esta propuesta electoral llegue a conformarse es otra historia, pero potenciales socios no faltan: libertarios disidentes, el diputado Hugo “Grillo” Ávila, la Coalición Cívica del ex diputado nacional Rubén Manzi, “schiarettistas” desamparados.
Mucho huérfano en busca de hogar, tratando de sobrevivir impidiendo que se afiance una polarización entre La Libertad Avanza y el Gobierno.
Trillado Borges: el espanto tiene más eficacia cohesiva que el amor. Los votos entran de a uno y hay un par de detalles a tener en cuenta.
Los candidatos a diputado nacional se votarán aparte, en boleta única, por primera vez. Los provinciales –diputados, senadores, concejales, dos intendentes-, en la sábana tradicional.
Que el armado provincial no empuje la oferta nacional supone desafíos adicionales para todos los jugadores en lo que se refiere a la calidad de los postulantes al Congreso, que se presentan desguarnecidos de aparato ante un electorado misterioso y taimado.
En este sentido, en 2023 el segundo lugar fue ocupado por el voto en blanco, no por La Libertad Avanza. No fue abstención: fueron catamarqueños que concurrieron a votar para expresar su rechazo a todas las propuestas. ¿Habrá cambiado algo allí con el fenómeno Milei?
Gran interrogante que se superpone a la fuerte caída que se viene registrando en la participación electoral. De 50% para abajo, una apatía sin precedentes que pone en cuestión la inflamada épica del Presidente y sus fanatizados acólitos.
