Pacto «Consejo Federal-Santiago», Parte I

CON LA DERROTA 0-1 DE VILLA CUBAS
La mayoría de las crónicas publicarán que Sarmiento de La Banda de Santiago del Estero, venció de visitante 1-0 a Villa Cubas, jugando el domingo último en el estadio “Provincial Bicentenario” de la capital catamarqueña, por una de las semifinales de ida en la Región Centro del TRFA (Torneo Regional Federal Amateur), que organiza el Consejo Federal.
También se dirá que el gol fue convertido por Pablo López (21’PT), después del preciso tiro libre, que primero dio en el travesaño, y de rebote ingresó al arco –según “vio” ¿? el árbitro mendocino, de San Rafael, Luis Damián Martínez-, aunque el asistente Nro. 1, Sergio Javier Aguilera, levantaba la bandera marcando el “fuera de juego” del atacante Claudio Vega, que había cabeceado en segunda instancia, enviando –esta vez sin duda- la pelota a la red.

Primó la voluntad del juez principal, que –sin mediar consulta al línea- estaba marcando el centro del campo, convalidando la conquista santiagueña. Ese fue el gol, el único, con que Sarmiento de La Banda le ganó a Villa Cubas.

No hubo protesta que valiera, cuando todos los jugadores “villacubanos” y el cuerpo técnico se abalanzaron sobre Aguilera para reclamarle sobre su postura inicial, sentenciando el “offside”, de la que se desdijo alegremente, respaldado por el referí Martínez que amenazaba con echar a medio mundo.

Esto ocurría después que, ya en dos oportunidades, el otro asistente, Rodrigo Cabrera marcara como “offside” sendas acciones legítimas de los atacantes del “Altiplano”; mientras Martínez se repetía en penar como faltas catamarqueñas cualquier pelota dividida que se le cruzara por la vista.

Al margen de esta desvergonzada actuación arbitral, los santiagueños nunca fueron más, ni tampoco arrollaron a su adversario. Hasta Villa Cubas pudo abrir el marcador en, por lo menos, tres ocasiones, en que sus delanteros no estuvieron finos en el remate final. Así pasó el primer tiempo.

En el complemento, los santiagueños se dedicaron a conservar la diferencia, haciendo tiempo en cada pelota detenida, contando para ello con la pasmosa complicidad del referí Martínez.

“El León” seguía buscando la posibilidad del empate, pero se reiteraba en pelotas largas, para Marcos Sanabria o Tomás Monterrubianessi, en vez llegar con un juego más elaborado, que pareció encontrar con la entrada de Neri Sigampa, aunque no pasó de una efímera ilusión. La expulsión de Ronald Tapia terminó de bajar la guardia de los dirigidos por Gastón Grima.

De esta forma se llegó al final del encuentro, caldeado hasta la periferia del desborde, que esta vez no se produjo por el correcto accionar policial, que trabajó, primero para desalojar a los no más de setenta simpatizantes santiagueños ubicados en el sector Sur de la platea, y, luego, propiciando el retiro ordenado de los hinchas “villacubanos”, sin más altercados que las airadas quejas -a los gritos- proferidas por los impotentes y dolidos simpatizantes “albirrojos”.

Los jugadores del “León”, por su entrega hasta el final, se llevaron los aplausos del reconocimiento de su público, mientras el técnico Grima se esperanzaba con la revancha, porque “sé cómo se plantan de locales”.

Por nuestra parte, con menos candidez, creemos haber asistido a la consumación de la “Parte I” del nada secreto “Pacto Consejo Federal-Santiago”, que, muy probablemente, se complete con la “Parte II”, el domingo próximo, en la “mistolera” ciudad de La Banda.

Y esto no es futurología, apenas la recreación imaginada anticipadamente -con libreto futbolero- de la genial novela del colombiano Gabriel García Márquez, cuando escribió su “Crónica de una muerte anunciada”.

Víctor “Paco” Uriarte

PD: Aunque me quede rogando, que ojalá me equivoque.

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