Obstáculo insólito

A tres semanas de la esperada firma del acuerdo entre la Municipalidad de Valle Viejo y el Gobierno para el traspaso del Sistema Educativo Municipal a la órbita de la Provincia, el trámite no puede concretarse porque el Concejo Deliberante no lo aprobó.

Es una situación como mínimo extraña, si se tienen en cuenta las expectativas depositadas en el traslado administrativo y lo prolongado de unas gestiones que estuvieron signadas por la presión de los docentes chacareros hartos de los incumplimientos salariales de la comuna y de la propia comunidad educativa enredada en los permanentes conflictos entre la comuna y el sindicato.
El presidente del cuerpo, Lucas Cisternas, advirtió que el acuerdo celebrado entre la intendenta Susana Zenteno y el gobernador Raúl Jalil establece que “para que el traspaso se materialice necesita la aprobación total del Concejo Deliberante”.

“Vamos a comenzar a analizar las cuestiones legales y todo lo que tiene que ver con el traspaso en toda su magnitud, que es mucho”, avisó.

Cuando se firmó el convenio de traspaso, el 23 de julio, Zenteno dijo estar muy emocionada y resaltó la importancia del acontecimiento. La emoción debe haberle impedido instruir a sus funcionarios para que gestionaran una rápida aprobación del Concejo, sobre todo porque no tiene la mayoría calificada de cuatro sobre cinco miembros que se requiere.

El expediente ingresó formalmente al Concejo y tomo estado parlamentario para su tratamiento el 8 de agosto. Es decir, recién dos semanas después de la firma de un convenio que venía esperando una década y en cuya concreción todos los actores decían estar muy apurados.

Los docentes chacareros, todavía entre San Juan y Mendoza, manifestaron entonces su malestar por la demora, teniendo en cuenta que la transferencia estaba anunciada para el 1 de agosto.

Por las dudas, el propio gremio se está ocupando de que los legajos de las escuelas de nivel inicial, primario y secundario estén todos cargados al cierre de la liquidación.

“Esa garantía la tienen que dar la ministra de Trabajo, el Ministerio de Educación y el municipio. Nosotros solamente vamos a esperar hasta el día 6 de septiembre o cuando se paguen los sueldos para saber que la gente ya está cargada”, dijeron fuentes del SIDCA, que expresaron también sus esperanzas de que el Concejo apruebe el traspaso “en la próxima sesión”, que debería ser mañana.

Lo llamativo es que el municipio, que estaba tan ansioso por desembarazarse del sistema educativo y tirarle el fardo a la Provincia, no haya tenido todo listo.

El concejal opositor informó ayer que la comisión que tiene en estudio el tema decidió convocar a la secretaria de Educación municipal “debido a la evidente falta de información sobre los inmuebles, el personal docente y otros aspectos elementales” del traspaso.

«Es alarmante que ninguno de los concejales tenga conocimiento completo sobre este asunto, por lo que también solicitaremos el organigrama departamental del sistema educativo, porque difiere del sistema educativo provincial, lo que podría provocar serios riesgos laborales, como la incompatibilidad de algunos puestos de trabajo, o incluso la pérdida de empleo para quienes no cumplan con los requisitos exigidos por la provincia», dijo.

Más que alarmante, es insólito que después de diez años de idas y vueltas con esto del traspaso el Ejecutivo municipal no se haya ocupado de tener perfectamente aceitados los mecanismos institucionales para facilitar el trámite, mucho más cuando cuenta con la mayoría para hacerlo. Si las gestiones embudaban hacia el convenio, la lógica política más elemental indicaba que los funcionarios del área educativa chacarera fueran ganando tiempo aventando las eventuales dudas de los concejales.

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