AJUSTE A LA CIENCIA
El fuerte ajuste es cuestionado por la comunidad científica, que se encuentra en estado de alerta y movilización.
El directorio del Conicet ratificó este miércoles el ajuste que había anunciado el presidente del organismo, Daniel Salamone: sólo dará 600 becas doctorales, cuando la convocatoria 2023 había sido para 1.300, además de 300 de «finalización», y pateará cuatros meses, de abril a agosto, el inicio de los programas. La noticia es apenas una ratificación de lo que había surgido de la reunión que había comenzado la semana pasado y había pasado a un cuarto intermedio, aunque la comunidad científica, que se encuentra en estado de alerta y movilización, guardaba un mínimo nivel de expectativa sobre la posibilidad de una revisión del hachazo.
De hecho, el directorio mismo había decidido demorar la publicación de las listas de aspirantes para darle algo más de tiempo a Salamone para conseguir recursos que evitaran el fracaso de los proyectos académicos de 700 profesionales que no accederán al beneficio.
El ajuste es parte del plan de achicamiento del Estado que lleva adelante el Gobierno. El ahora presidente Javier Milei había prometido, en el momento de mayor euforia de su campaña, cerrar el organismo, que acredita 66 años de trayectoria prestigiosa en la producción de conocimiento. Su trabajo cobró relevancia, por ejemplo, durante la pandemia, cuando produjo kits de testeo que acortaron sensiblemente los tiempos de diagnóstico.
La situación del Conicet, que sufrió también despidos en su planta administrativa, lo que reduce su capacidad operativa, según denuncia la comunidad científica, se extiende a todo el sistema científico tecnológico, con otras agencias en estado de virtual parálisis.