Maniobras tras los cierres

Tras la definición de las precandidaturas se activaron las clásicas maniobras judiciales tendientes a forzar modificaciones.

La más difundida fue la planteada por la lista “El Cambio de Nuestras Vidas”, que postula a Rubén Manzi para la Gobernación bajo Horacio Rodríguez Larreta, que consiguió el guiño de la Junta Electoral de Juntos por el Cambio para que el sector antagonista, “Gana Catamarca”, reemplazara a sus precandidatos a intendente en Antofagasta de la Sierra, Julio Taritolay, y Villa Vil, Ramón Villagra. Los “larretistas” alegaban que ambas candidaturas contrariaban la ley Orgánica de Municipalidades, que habilita sólo dos mandatos consecutivos de los jefes comunales.

El rechazo del Juzgado y el Tribunal Electoral a la pretensión era previsible. Aceptarla hubiera implicado desmarcarse de una jurisprudencia que habilita la reelección indefinida de los intendentes desde que el pomanista Francisco Gordillo consiguió en 2007 que el artículo se declarara inconstitucional. La variación en el criterio se habría traducido, además, en una avalancha de impugnaciones a los intendentes sin Carta Orgánica que buscan continuar más allá de los dos mandatos. El pionero Gordillo, por ejemplo, se presenta para su séptimo período en Pomán.

También fueron bastante visibles los escarceos por la administración del sello de Javier Milei, “La Libertad Avanza”. Concluyeron formalmente con la salida del empresario Javier Galán y la inesperada candidatura a Gobernador del médico José Jalil Colomé, pero se extienden en el terreno político con las denuncias del dirigente José “Chichí” Jalil, quien se prendió a la ola nacional y aseguró que Carlos Kikuchi, armador de Milei, le pidió 100 mil dólares por el derecho a jugar con los libertarios y hasta lo amenazaron de muerte.

Una disputa singular se desplegó bajo la superficie por el tercer casillero de la lista de diputados provinciales de “Gana Catamarca”, que propone para la Gobernación al senador nacional Flavio Fama con la candidatura presidencial de Patricia Bullrich.

La pelea con el dirigente Roberto Gómez, excluido del diseño definitivo, concentró la atención de los acontecimientos en ese espacio, pero fuera del foco, Antonio “Tony” Acuña y el concejal Fernando Navarro, ambos radicales, objetaron que el tercer lugar de la nómina para la Cámara baja hubiera sido asignado al presidente del PRO, Carlos Molina, y lo reclamaron para Acuña, que quedó quinto.

El problema es que como después de las PASO, en proporciones establecidas en el reglamento de Juntos por el Cambio y conforme a los resultados, las listas competidoras se mezclarán, el quinto lugar quedaría más allá del noveno o décimo puesto en la lista definitiva que se presentará en octubre. Demasiado al borde, se requeriría un triunfo sobre el oficialismo para entrar.

De ahí la intensidad de la dupla Acuña-Navarro para ascender al tercer escaque y de Molina para resistir.

A través de los apoderados del sector, Acuña y Navarro intentaron modificar el orden de las candidaturas en la Junta Electoral de Juntos por el Cambio, pero la lista ya había sido oficializada y los rechazaron. Lo mismo ocurrió en el Juzgado y el Tribunal Electoral.

“La mera voluntad de los apoderados, a criterio de la Junta, no fue suficiente para admitir el cambio requerido y a criterio de este Tribunal tampoco es de recibo, teniendo en cuenta que la aceptación a los cargos y a las posiciones pertinentes fueron presentadas al pedir la oficialización de listas, quedando firmes al momento de oficializarlas”, argumentó el Tribunal Electoral. En otras palabras: que los apoderados no estaban gestionando la voluntad política de “Gana Catamarca”, sino la de Acuña y Navarro.

Los dos radicales hicieron reserva federal, de modo que podrían apelar el fallo. En “Gana Catamarca” esperan que el cortocircuito no pase a mayores.

Fuente: El Ancasti

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