Las especulaciones de marzo

OPINIÓN
A poco de cumplirse un año de los últimos comicios provinciales, el tema electoral retorna a la superficie del debate público en Catamarca. Lo hace a partir de la posibilidad de que las elecciones para legisladores provinciales se lleven a cabo en marzo del año que viene, desdoblándolas de las nacionales, que se realizarán, como es costumbre, en octubre.

El argumento que se analiza por estas horas en Casa de Gobierno es que desdoblar permitirá despegar a la política provincial de las complejidades de la política nacional. Desde la crisis de 2001-2002 que el panorama político nacional no está tan dominado por la incertidumbre. La irrupción inesperada de la figura Javier Milei significó una reestructuración notable del escenario político, al punto que la dicotomía kirchnerismo-antikirchnerismo que fue predominante en las últimas dos décadas, ha dado lugar a una nueva, mileísmo-antimileísmo, a partir de la cual se estructura la configuración política actual, no obstante sumamente volátil.

Pronosticar la conveniencia de esa separación es siempre un ejercicio difícil, y va a depender de las fortalezas y debilidades de las fuerzas políticas nacionales, sobre todo la que ocupa el rol de oficialismo. Es sumamente dificultoso vaticinar la popularidad que Milei y su gobierno tendrán dentro de un año. Es decir, si traccionarán votos en las provincias o, por el contrario, si los espantarán. Las encuestas vienen marcando un progresivo deterioro de la imagen presidencial. De continuar esta tendencia, La Libertad Avanza tendría complicaciones para ratificar en las legislativas del año que viene el triunfo de 2023. Por el contrario, si la demoradísima recuperación económica finalmente llega, sus chances se fortalecerían. El primer escenario descrito sería el más propicio, desde la perspectiva de análisis del Gobierno provincial, para no desdoblar. El segundo, para anticipar los comicios a marzo, como lo permite la Constitución provincial.

Ante las evidentes restricciones que impone una realidad política cambiante para formular presagios de mediano y largo plazo, son muchos los referentes del oficialismo provincial que ven con buenos ojos el desdoblamiento. Además, si los comicios se anticipan a marzo, el peronismo catamarqueño y sus aliados tienen sobre sus competidores la ventaja que siempre otorga el disponer de los resortes del poder, tanto el provincial como el de la mayoría de los municipios. Es un lugar común sostener que en Catamarca es muy difícil que los oficialismos –no importa el signo político- pierdan elecciones provinciales. El único antecedente desde la recuperación de la democracia en que un oficialismo perdió comicios para cargos ejecutivos ocurrió en 2011, precisamente la última vez que se votó en marzo, cuando el Frente para la Victoria derrotó al Frente Cívico y Social. Hay algunos casos aislados de derrotas oficialistas en legislativas, pero siguen siendo la excepción a la regla ampliamente predominante.

Tampoco le vendría mal al espacio libertario, sobre todo si puede acomodar sus disputas internas, que los comicios sean en marzo. Cuenta todavía con un consenso importante entre el electorado disconforme con la política tradicional, que ve a la Libertad Avanza como “lo nuevo”. Las elecciones en octubre, con un probable desgaste en la gestión nacional, serían perjudiciales para su propósito de crecimiento en la Legislatura provincial.

El desdoblamiento perjudica claramente a lo que era Juntos por el Cambio, cuya desaparición de la escena con ese sello es muy probable. Tal vez el PRO juegue en alianza con LLA, aunque en ese caso debería aceptar ser el furgón de cola. La UCR, finalmente, no solo padece internas irresueltas, con heridas lejos de cicatrizar, sino que además procura, por ahora sin éxito, encontrar un espacio opositor consistente, que evite el ominoso riesgo de ocupar un tercer lugar en la preferencia electoral de los catamarqueños.

Pronosticar la conveniencia del desdoblamiento electoral es siempre un ejercicio difícil, y va a depender de las fortalezas y debilidades de las fuerzas políticas nacionales.

Para compartir: