La primera autopsia de Rojas generó contradicciones entre los médicos forenses

SEGUNDA JORNADA DEL JURY CONTRA EL FISCAL PALACIOS
La médica Daniela Miranda Zar, quien realizó la primera operación, dijo que no se podía determinar si fue homicidio o un accidente.
La segunda jornada del jury al fiscal Laureano Palacios sacó a la luz las disputas que existieron entre los profesionales del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF) por la realización de las dos autopsias al cuerpo del exministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Rojas. Sucede que la médica Daniela Miranda Zar, la profesional que realizó la primera autopsia, dijo que no tenía elementos para determinar que la causa de muerte de Rojas había sido un homicidio. Contrariamente, el director del CIF, Sebastián Vega; la perito de parte, Marina Andrada; entre otros profesiones plantearon que en base al estado en que había sido encontrado el cuerpo, el deceso del exfuncionario se debió por un golpe con un “elemento contuso sin filo”. Además, Vega expresó su malestar ante la negativa de Miranda Zar de avisarle cuando se iba a concretar la autopsia para poder participar.

Miranda Zar declaró como testigo común de la Fiscalía y de la defensa. En su testimonio indicó que el domingo 4 de diciembre de 2022, fue convocada para que se haga presente en la vivienda de Rojas y que, cuando llegó a la escena del crimen, fue ella quien le recomendó a Palacios realizar la autopsia porque estaban frente a una muerte dudosa. “Fue una decisión mía”, sostuvo separándose de la declaración de Palacios, quien aseguró que él tomó la determinación de efectuar la autopsia.

Posteriormente, indicó que la operación se concretó entre las 19 y las 22 del domingo y que cerca de las 23, se comunicó con Palacios para informarle los resultados de la autopsia. La forense sostuvo que le dijo al fiscal que la muerte del ministro “no era una muerte de causa natural”, que se trató de un “traumatismo de cráneo” y que no le podía decir si se trató de un hecho accidental o un homicidio. Aunque sí manifestó que los dos casos correspondían a “muerte violenta”.

La declaración de la testigo generó un ida y vuelta entre el fiscal Miguel Mauvecín y el abogado de Palacios, José Camps. Esto se debió a que las partes querían que la médica explique si era posible definir si la muerte de Rojas fue producto de un accidente o un homicidio, información que la profesional no puso en el informe de la autopsia. Miranda Zar dijo que para poder determinar eso eran necesarios otros elementos más allá de la autopsia. “Hay que armar todo un rompecabezas con las otras piezas, ver otras cosas que se encontraron en el lugar del hecho. Yo para determinar eso, necesito más información que no la voy a encontrar en el cuerpo”, consideró a lo que agregó que la autopsia que realizó “fue completa”.

También afirmó que el piso donde se encontraba Rojas había sido lavado y negó haberle dicho a Palacios que la muerte del exministro podría haber estado vinculada a un paro cardíaco. Finalmente, negó que su superior, Sebastián Vega, le haya pedido que lo espere para participar de la autopsia.

Contradictorio
Al momento de declarar, Vega cuestionó el accionar de la profesional que realizó la autopsia. Indicó que el día del hallazgo, a las 14.30, Miranda Zar le informa que iba a la casa de Rojas y él le pidió que lo tenga informado de todo lo que ocurre. Añadió que a las 15.30, la médica le avisa que iba a hacer la autopsia y él le pregunta por qué haría la operación a lo que la forense no le responde. Agregó que le pidió que le avise del horario de la autopsia para participar y que esperó el llamado de la profesional que nunca llegó. Relató que a las 20.30 el técnico eviscerador le afirma que la autopsia ya se había hecho. «Yo manifesté mi enojo porque no me avisó ya que hubiese pedido la presencia del fiscal», afirmó.

Dijo que pasadas las 22, lo llamó Palacios pidiéndole que Miranda Zar le defina el mecanismo de la muerte. «Por favor, decile a esta médica que me defina la causal del traumatismo, si se debe a que se cayó o porque le pegaron», sostuvo.

Agregó que le pidió a Miranda Zar que le envíe todo lo que recabó del lugar del hecho y las fotos de la autopsia. «Lo llamo al fiscal y le informó que si bien es prematuro, por la experiencia que tengo no hay dudas de que le pegaron”, dijo.

Más adelante, cuestionó la «irresponsabilidad» de su par de que no lo haya llamado, teniendo en cuenta que todos los médicos del CIF saben que ante una autopsia compleja le deben avisar.

Mauvecín le pidió a Vega que le informe si es “costumbre” entregar el cuerpo a pesar de no tener certeza del motivo de la muerte. Vega dijo que eso “es relativo” ya que “todo depende del médico”.

A su turno, la perito de parte, Marina Andrada, afirmó que se sorprendió cuando llegó a la morgue y vio el cuerpo de Rojas. “Se decía que era muerte natural. Yo nunca me imaginé que estaba frente a una muerte traumática”, dijo la también diputada.

Agregó que el deceso del exministro se debió a un traumatismo de cráneo encefálico con hematoma subdural y que se debió a «un elemento contuso sin filo».

Manifestó que ella, fue perito de parte convocada por Natalia Rojas y que cuando salió de la autopsia no quiso utilizar la palabra «homicidio» frente a la hija del exministro, pero que en «todo momento» pensó que esa era la causal de muerte. «Uno en el momento que ve el cuerpo se da cuenta», sostuvo ante las preguntas del fiscal.

Resaltó que nunca habló con el fiscal Palacios, pero sí destacó que ella le informó a la ministra de Seguridad, Fabiola Segura, que «estamos frente a un homicidio».

También declaró el médico Leonardo Andrada, quien coincidió con Vega y con la perito de parte, al sostener que en base a las fotos del cuerpo de Rojas, él podía inferir que se podría tratar de un homicidio.

El médico Andrada participó junto a Vega en la segunda autopsia solicitada por Palacios.

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