Debate por drogas en el tribunal oral federal
El ex camarista Juan Pablo Morales está acusado de integrar una organización ilícita. Declaró pero a través de videoconferencia.
“Es mi deseo declarar. Niego rotundamente la acusación”, expresó Juan Pablo Morales desde el banquillo de los acusados del Tribunal Oral Federal (TOF). No estuvo de cuerpo presente porque, de acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, solicitó permiso para participar a través de la plataforma Zoom. Morales, ex juez de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Exhortos de la provincia, comparte el banquillo de los acusados con otras nueve personas. Están acusados de integrar una organización que se dedicaba a la distribución y comercialización de estupefacientes.
«Espero que después de este calvario y esta acusación arbitraria haya un antes y un después con la interpretación de escucha porque sino deberían estar imputados todos los abogados», consideró. Si bien Morales declaró, no respondió preguntas, salvo las de su abogado defensor Luciano Rojas.
“Es un despropósito. Estuve en la función judicial desde 1998 hasta 2020”, remarcó. A la vez, indicó que debe hacerse un análisis detallado de lo ocurrido porque de lo contrario, los abogados litigantes “no vamos a poder ejercer”.
Además, Morales admitió que conoce a mucho de los imputados “porque los defiendo pero no tengo nada que ver”. También manifestó que debe haber un antes y un después en relación con la interpretación de las escuchas de los testigos. «En este plenario falta el testigo estrella arrepentido, quien declaró en mi contra, y no está para contradecir sus dichos, para contraponer. La verdad que es un despropósito que no esté. Justamente con este señor, en el año 2007, siendo fiscal de instrucción, yo ordené una detención por robo agravado y el uso de armas», recordó Morales.
En este contexto, detalló que “el arrepentido dijo lo que dijo para obtener un beneficio. Estoy manchado por eso. No tengo nada que ver. Es una acusación arbitraria. No se efectuó ningún allanamiento en mi estudio y no se me secuestró el teléfono”, detalló.
Morales junto con Roque «La Bestia» Vizcarra, Marcos Soruco y Ramón «Carocín» Baigorrí deben responder como supuestos «coautores del delito de comercialización de estupefacientes, agravado por el número de intervinientes». En tanto que Marco Rearte, Domingo Sebastián «La Chancha» Frías y su hermano Pablo «Piquinino» Frías fueron imputados como presuntos «coautores del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por el número de intervinientes». Los otros sospechosos, Gabriel Lazarte y Emilse Aráoz, deberán responder como supuestos «coautores del delito de confabulación de dos o más personas».
Luego, se les dio la palabra a los imputados. La mayoría se abstuvo. Lazarte también optó por el silencio. Sin embargo, pidió hablar en privado con el Tribunal pero el presidente Mario Martínez no hizo lugar al pedido. Solo Rearte decidió declarar. “Desde hace tres años estoy detenido injustamente. Juan Pablo Morales me defendió. Ojalá usted –refiriéndose al presidente del Tribunal- sea justo. Ésta es una causa armada por dos abogados que se tienen bronca”, aseguró.
Luego se dio inicio a la ronda de testigos. Declararon seis numerarios de Gendarmería Nacional, quienes habían participado en la investigación y en los procedimientos.
El Tribunal Oral Federal (TOF) está integrado por los jueces Mario Martínez (del TOF de La Rioja), Julián Falcucci (del TOF de Córdoba) y Federico Bothaley (del TOF de Santiago del Estero). El Ministerio Público Fiscal Federal es representado por el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz. En tanto que las defensas están representadas por el defensor Penal Oficial Federal Hugo Vizoso y los abogados del foro local Luciano Rojas, Pedro Justiniano Vélez, Víctor García y Roberto Mazzucco.
La investigación penal preparatoria que llevó a este megajuicio comenzó en julio de 2021. El Grupo de la Unidad de Cibernarcocriminalidad de la Gendarmería Nacional interceptó comunicaciones telefónicas.