Empezó el desarmado de los estadios en Qatar

MUNDIAL
El 974 ya inició su desmantelamiento y planean llevarlo a la sede de un próximo mundial en 2030. En otros se harán hoteles, cafeterías y hasta centros médicos.
El Mundial de Qatar ha vivido semanas de desenfreno desde que se iniciase el torneo más importante de selecciones el pasado 20 de noviembre. A pesar de que el fútbol está siendo el gran protagonista, hay ciertos elementos que han sido imprescindibles para su desarrollo y ellos han sido los estadios.

Un total de ocho recintos deportivos han tenido que albergar a todos los espectadores. Todos ellos han supuesto un desembolso económico nunca visto antes en el mundo del fútbol. Qatar, como país anfitrión, sacó a relucir su poderío en este aspecto y quiso lucir una excelsa imagen ante todos los allí presentes con unas construcciones megalómanas en un tiempo récord.

Hace poco menos de una semana, empezó el trabajo a contrarreloj para desmontarlos una vez que los partidos se fueron reduciendo en el calendario. El primero en desmantelarse fue el Estadio 974 (realizado con containers), que pondrá rumbo fuera de las fronteras de Qatar y podría ser una de las sedes del Mundial de 2030 e iría a Uruguay.

Otros como Ahmad bin Ali, Al Janoub y Al Thumama verán parte de sus infraestructuras reducidas y su futuro próximo pasa por ser la casa de algunos de los clubes más importantes del país. Un cambio no tan drástico, aunque sí notable que ya se ha puesto en marcha para acelerar lo más rápido el proceso.

El Estadio Al Thumama pasará de tener una ocupación durante este mes de casi 45.000 aficionados a tener poco más de 20.000 en su nueva vida.

Cambio radical

Otras de las ubicaciones como el Estadio Al Bayt, el segundo más grande, recibirá un completo lavado de cara. Todo se desmantelará, empezando por su espectacular cubierta retráctil y así dar lugar a un solar con unas infraestructuras de magnitudes bíblicas para el que ya hay un nuevo plan de desarrollo.

Todo está preparado para la llegada de un hotel de megalujo que albergará a parte de los visitantes de la ciudad de Doha. A ello le acompañarán otro tipo de instalaciones. También se construirá un centro médico para deportistas de alto rendimiento y centro comercial de enormes magnitudes.

El mismo proceso seguirá el que albergará la final entre Argentina y Francia, el Estadio de Lusail. Con capacidad para acoger a 80.000 dirá adiós al fútbol. A través de uno de los estudios de arquitectura más famosos del mundo, Foster+Partners, se llevará a cabo su desmantelación y de sus cenizas resurgirán hospitales, cafeterías o tiendas. Sus asientos serán parte de esos nuevos negocios. Por otro lado, parte de sus gradas acogerán nuevas viviendas en parte del Estadio de Lusail. La única excepción será la del Estadio Khalifa Internacional. El más icónico de los presentes en las tierras qataríes.

Para compartir: