Lamentó la apertura de las importaciones
Advirtió que las nuevas medidas nacionales generan incertidumbre en unos 7.000 empleados textiles que hay en Catamarca. «Tenemos que defenderlos», dijo.
El intendente de la Capital, Gustavo Saadi (UP), defendió la producción nacional y cuestionó la nueva medida del Gobierno de Javier Milei, que anunció días pasados una reducción de los impuestos a la importación de ropa, calzado y telas «para impulsar la baja de precios local». «En lugar de alentar la importación hay que bajarle impuestos a nuestros industriales. Esto ya se hizo en la dictadura y los resultados fueron nefastos. En Catamarca tenemos unos 7.000 empleados textiles, hay que defenderlos», aseguró.
«En lugar de alentar la importación deberían trabajar en bajarle los impuestos nacionales a las industrias para que puedan bajar costos y tener mejores precios, sin llevar a una crisis a fábricas y trabajadores”, sostuvo Saadi al analizar las medidas anunciadas. Según el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, los aranceles de ropa y calzado, que pasarán de 35% a 20%; de telas de 26% a 18%; y de los distintos hilados de 18% a 12, 14 y 16%.
El jefe comunal recordó que «este experimento de la apertura de importaciones con la excusa de que bajen los precios ya se hizo en la dictadura y los resultados fueron nefastos». «La fórmula se repite y tendrá efectos muy negativos para nuestros textiles», lamentó.
«No podemos permitir que se destruya nuestra industria. No es una cuestión político-partidaria, está en juego la fuente laboral y los representantes de todos los sectores políticos de la provincia debemos unirnos para defender la producción y el trabajo; no podemos quedarnos de brazos cruzados», arengó.
Saadi sostuvo que «si la verdadera intención es que bajen los precios, se debería bajar la carga tributaria a los industriales, o frenar el costo del principal insumo industrial que es la energía, y que en esta gestión aumentó más del 600%». «De otra forma no puede haber competencia, cuando ingresan productos manufacturados a un costo menor del que tiene la materia prima en el país», reclamó.
El intendente remarcó que esta política nacional va a contramano de lo resuelto en el municipio capitalino. «En Capital tenemos exención de impuestos para las industrias plasmada en el Código Tributario. Aquí les comunicamos a los representantes del sector privado que la normativa impositiva está orientada a apuntalar el trabajo empresarial y la generación de puestos de trabajo, porque tenemos un compromiso firme con el crecimiento del empleo registrado. Anunciamos la política de Estabilidad Fiscal para el sector privado y dimos la seguridad de que no se modificarán los tributos de los contribuyentes adheridos. No habrá incrementos, ni creación de nuevos tributos, ni se cambiará la forma de liquidación de los ya vigentes; y a la vez se asegura que no se eliminarán excepciones o desgravaciones que se aplican hoy. Estamos convencidos de que ése es el camino y no disposiciones que ayudan a empresas del exterior y matan a las nuestras», aseguró el intendente.
«En Catamarca tenemos aproximadamente 7.000 trabajadores del sector textil y es nuestra obligación defenderlos. Tenemos que unirnos autoridades, dirigentes de todas las fuerzas, industriales, empresarios y trabajadores para enfrentar estas políticas que son destructivas para nuestra industria, nuestra economía, nuestros trabajadores y nuestro pueblo», concluyó.
«Industricidio»
La Cámara Argentina de la Indumentaria y la Federación Argentina de la Industria Indumentaria y Afines presentaron un comunicado conjunto donde advirtieron que la baja de aranceles a las importaciones de ropa y calzado anunciada por el Gobierno «puede provocar la destrucción de miles de puestos de trabajo y el quiebre de cientos de industrias». Además, reclamaron a la Administración Nacional que cumpla con la promesa de bajar impuestos, cargas sociales, bajar los altos costos financieros y levantar el cepo para ayudar al sector. Señalaron que mientras se mantengan las cargas impositivas y bajen los tributos a las importaciones se estará conduciendo a un «industricidio».
«En la cadena de valor textil-indumentaria, un sector que tiene larga tradición en nuestro país, existen 539.000 ocupados y solo los eslabones industriales emplean a más de 290.000 personas», advirtieron.