El Congreso dejó de sonreírle a Milei

El “nido de ratas” al que le dio la espalda al asumir, comienza a serle singularmente esquivo al presidente Javier Milei, que más allá de su débil potencia legislativa, había arrancado la gestión aprobando su Ley Bases y la mayoría de las normas que necesitaba. Ya se celebraba la ingeniería política del oficialismo nacional, que con un puñado de legisladores conseguía todo lo que quería. Pero la rebelión de los gobernadores modificó el mapa parlamentario, y ahora se consolida el Congreso de la Nación como una piedra en el zapato libertario, cada vez más compleja de desarticular. Así se vio ayer con la media sanción la ley de financiamiento universitario en la Cámara de Diputados. Tras un largo debate, el resultado de la votación fue de 158 afirmativos, 75 negativos y 5 abstenciones. Apoyaron la media sanción no solo los bloques que impulsaron la iniciativa (Unión por la Patria, gran parte de Encuentro Federal, Democracia para Siempre, Frente de Izquierda y Coalición Cívica). Se sumaron 2 salteñas de Innovación Federal (Caletti y Vega), Acevedo de Santa Cruz, los tres tucumanos que responden a Jaldo, Lourdes Arrieta, casi toda la UCR (con 11 votos de los 14 de su bloque) y hasta 3 integrantes del PRO (Baldassi, González y Brambilla). Hasta terminaron votaron a favor varios diputados que no habían aportado al quórum. En contra votaron La Libertad Avanza, casi todo el PRO, y el bloque de los “radicales con peluca” que ya está integrado al interbloque oficialista.


Es la segunda vez que el Congreso intenta garantizar el financiamiento a las universidades. El año pasado, luego de masivas movilizaciones, se aprobó una ley parecida que fue vetada por el presidente Javier Milei desatando un proceso de tomas estudiantiles en todo el país. En aquella oportunidad el mileísmo logró sostener el veto con varios votos que se dieron vuelta por orden de gobernadores aliados, y también con ausencias claves de Unión por la Patria que colaboraron a blindarlo. Ahora el bloque opositor parece más fuerte, tanto que quedó a tan solo un voto de conseguir los dos tercios para insistir con la ley en caso de un seguro veto presidencial. En un año electoral, convencer opositores será más difícil para el Gobierno, que despreció el diálogo sin medir consecuencias.


Al margen de la jugada política, el financiamiento universitario era clave. La pérdida salarial de docentes y no docentes universitarios atravesó todos los discursos. El texto aprobado ayer busca la recomposición del presupuesto para las universidades nacionales, tanto para gastos de funcionamiento como para los salarios docentes y no docentes. En materia salarial se plantea una recomposición por lo perdido desde que asumió Milei, que no pueda ser inferior a la inflación entre diciembre de 2023 y la actualidad. También suma la obligación del Poder Ejecutivo de convocar desde ahora a la paritaria con una periodicidad no mayor a 3 meses, asegurando actualizaciones no menores al IPC. Incluye un artículo para que el gobierno destine una partida especial para el 2025 que permita regularizar los ingresos a la carrera de investigador científico (ya aprobados) y abrir nuevas becas como las postdoctorales. Enhorabuena


Fuente:El Esquiú.com

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