EN FRAY MAMERTO ESQUIÚ
Cada vez son más las precarias viviendas que se construyen en el tramo superior a un kilómetro. Al no haber trabajos de conservación en la zona, la gente con necesidad habitacional toma las tierras.
Ante la preocupación de unos pocos y la indiferencia de las autoridades competentes, los asentamientos de emergencia crecen donde existen terrenos que se encuentran sin ocupar y son usurpados.
Esto ocurre ahora en un tramo del Camino Real, en la localidad de La Falda (Fray Mamerto Esquiú), donde hace más de 20 años se estableció un asentamiento que abarcó una extensión de casi 1 kilómetro, al que sus moradores denominaron “Barrio El Milagro”, pero lo cierto es que se trata de terrenos cuyos dueños ya reclamaron el desalojo. Aun así, crece la cantidad de familias que en los últimos días comenzaron a construir otras precarias viviendas hacia la zona sur de esta arteria, casi al límite con el departamento Valle Viejo.
Las viviendas, en su mayoría son construidas con horcones de madera, plásticos y algunos de bloques y chapas, están en una zona sumamente vulnerable.
Estas familias saben que a menudo los canales de riego que pasan por la zona, desbordan e inundan todo y que, por la particularidad del suelo, resulta difícil realizar perforaciones para instalar cañerías o pozos ciegos, por lo que, sin ayuda, les será difícil contar con agua para el consumo y baños.
Como suele ocurrir en estos casos, las familias justifican la ocupación ilegal de los terrenos, a la falta de políticas que contemplen su situación, “ni siquiera podemos inscribirnos en la vivienda, porque no tenemos todos los requisitos que nos piden.
Así, nunca vamos a tener una casa propia, por eso es que decidimos venirnos para aquí. Necesitamos darles un techo a nuestros hijos”, manifestó a este medio una joven madre que se instaló una precaria vivienda para vivir con sus dos hijos.
“Acá es tierra de nadie, no tenemos baños, agua, luz y nadie viene a ver qué necesitamos”, añadió la mujer, a la que se sumaron otras voces con el mismo reclamo.
«En Fray Mamerto Esquiú las entregas de viviendas son pocas, queremos vivir en la zona y no hay planes para vivienda ni nada, no tenemos alternativas por eso nos instalamos aqui», se justificó otro joven de FME.
Materia pendiente
Este asentamiento se encuentra sobre una de las márgenes del Camino Real, cuyo circuito de gran valor turístico y cultural, espera desde hace muchos años poder ser puesto en valor, pero ante la falta de un compromiso concreto para llevar adelante su recuperación, la zona parece ser “tierra de nadie” y eso conlleva a que se produzcan estas ocupaciones ilegales.
Este tramo del emblemático camino, en el departamento Fray Mamerto Esquiú, se comunica con Valle Viejo.
La comuna de ese departamento también prometió hace varios años trabajar para mejorar la arteria y dotarla de los servicios para transformarla en un circuito turístico, pero todo quedó en promesas, ya que ni siquiera se abrió el paso en sectores donde éste se cerró o donde particulares (algunos conocidos no tan pobres) se apropiaron de las tierras.