En Córdoba o Mendoza
El Xeneize y el Fortín se enfrentarán con la gran final en la mira, que tiene ya en la final esperando a Central Córdoba de Santiago del Estero.
Boca Juniors y Vélez Sarsfield se preparan para un enfrentamiento decisivo en la Copa Argentina 2024. Después de semanas de especulaciones, finalmente se confirmó que el partido se jugará el miércoles 27 de noviembre. Aunque el horario aún no fue definido, se sabe que el ganador de este encuentro tendrá el pase directo a la final, programada para el 4 de diciembre, donde se medirá ante Central Córdoba de Santiago del Estero.
Para Boca, que está cerrando la temporada con aspiraciones a alzar el título, esta semifinal representa una oportunidad dorada para mantener su racha en el torneo. El equipo de Jorge Almirón sabe que vencer a Vélez no será fácil, pero el premio es tentador: la clasificación a la Copa Libertadores y la chance de cerrar el año con una nueva copa en las vitrinas.
La locación para el esperado cruce entre Boca y Vélez sigue siendo un misterio, pero las posibles sedes se perfilan entre las provincias de Córdoba o Mendoza. Fuentes cercanas al torneo sugieren que el partido se jugará en un estadio con gran capacidad, lo que permitirá albergar a ambas parcialidades y garantizar un ambiente digno de esta instancia.
El interior del país parece ser la elección final, aunque resta la confirmación oficial de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Los hinchas de ambos clubes ya están planificando el viaje, a la espera de saber si la cita será en el Mario Alberto Kempes de Córdoba o en el Malvinas Argentinas de Mendoza.
Desde el lado de Vélez, la noticia de la fecha confirmada no ha sido bien recibida. Fabián Berlanga, presidente del club, expresó su disconformidad en una entrevista con Diario Olé, destacando las complicaciones que esta programación traerá para su equipo. Berlanga enfatizó que Vélez prefería jugar durante la fecha FIFA, argumentando que el actual calendario sobrecargará a los jugadores con partidos en muy pocos días.
«La idea de Vélez es jugar en la fecha FIFA porque el calendario que queda es acotado y si no nos obligarían a jugar partidos con diferencia de 48 horas o 72 horas», explicó Berlanga. Además, el dirigente agregó que esta situación afecta la planificación para la final y los partidos restantes del torneo. «Si se juega el 27, estaríamos jugando la final el 4 de diciembre y nosotros debemos jugar el 7 o el 8 en Santa Fe y el 14 en el Amalfitani para cerrar el torneo. Los plazos de descanso son muy pocos y no estamos dispuestos a aceptar eso», concluyó el dirigente.
La polémica está servida y resta esperar cómo impactará la fecha confirmada en el desempeño de ambos equipos. Por lo pronto, los fanáticos del fútbol argentino tienen una cita marcada para el 27 de noviembre, con Boca y Vélez disputándose el sueño de la final.