Con el Miércoles de Ceniza comienza la Cuaresma

SE EXTIENDE HASTA EL DOMINGO DE RAMOS
Este día, junto con el Viernes Santo, es una de las dos jornadas del año en que la Iglesia establece la práctica del ayuno y la abstinencia.
El 22 de febrero, la Iglesia celebra el Miércoles de Ceniza dando inicio a la Cuaresma.

Durante este tiempo, que dura 40 días hasta el Domingo de Ramos, los bautizados se preparan para vivir la Semana Santa, en la que se celebra el acontecimiento central de la historia de la humanidad: la Pascua de Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Durante esta jornada, en todos los templos, durante la celebración de la Santa Misa se realizará el rito de la imposición de las cenizas.

La ceremonia litúrgica central será presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, a las 21.00, en la Catedral Basílica y Santuario del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Valle.

La vestimenta sacerdotal en las celebraciones litúrgicas es morada, como en el Adviento.

Este color simboliza la penitencia y la preparación espiritual para la Navidad y la Pascua.

Este día, junto con el Viernes Santo, es una de las dos jornadas del año en que la Iglesia establece la práctica del ayuno y la abstinencia.

Imposición de las cenizas
“Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás” y “Arrepiéntete y cree en el evangelio”, son las palabras que pronuncian los sacerdotes al signar en la frente a los feligreses con la cruz.

La imposición de la ceniza es el rito característico de esta celebración litúrgica, que se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior.

Este gesto tiene origen en la fe de los judíos, que acostumbraban a echarse ceniza sobre la cabeza para indicar que estaban en penitencia.

Se imponen sobre los católicos como un recordatorio de que la vida terrenal es temporal y se nos da una oportunidad especial para arrepentirnos y creer en el Evangelio, corregir nuestras actitudes y conductas, enderezar nuestros caminos.

El 40 en la tradición bíblica
El 40 es un número que se repite en toda la tradición bíblica. Cuando Dios envió el diluvio, «cuarenta días y cuarenta noches estuvo lloviendo sobre la tierra» (Génesis 7,12); 40 años estuvo el pueblo de Israel en el desierto; 40 días de Jesús en el desierto.

Todo indica que el número 40 simboliza la prueba, pero no como un castigo o algo dramático, sino como a una ocasión de renovación interior, espiritual.

En esta Cuaresma tendremos 40 días para examinar, para preparar el camino al Señor.

Oración, ayuno y limosna
Para transitar la Cuaresma, contamos con tres herramientas básicas:

1) La oración de petición, alabanza y agradecimiento para dialogar con Dios y purificar nuestros corazones.

2) El ayuno, no solamente de lo alimenticio, sino también de mentiras, enojos, resentimientos y todo lo malo que hay en nosotros.

3) La limosna no sólo material sino aquella que nos lleva a interesarnos y acompañar a quienes más lo necesitan y están cerca de nosotros.

Mensaje del Papa Francisco
Bajo el título “Ascesis cuaresmal, un camino sinodal”, el Papa Francisco nos ofrece su mensaje para vivir mejor este tiempo litúrgico que iniciaremos el Miércoles de Ceniza 2023.

“La ascesis cuaresmal -escribe- es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz”.

El Papa centra su mensaje en la Transfiguración de Jesús, que nos narra san Mateo en el capítulo 17 de su Evangelio. Y nos dice que la Iglesia está llamada a imitar a los apóstoles en aquel episodio, porque subieron a la montaña juntos, no solos. Entonces destaca que eso demuestra que la Cuaresma se debe hacer en comunidad, o mejor dicho, siguiendo un esquema sinodal.

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