A fines de agosto
Directivos y docentes aseguran que es notable la baja en el rendimiento académico de los alumnos que más utilizan el celular en clases.
La semana pasada se conoció que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tomó la decisión de prohibir el uso de celulares en las aulas de las escuelas y colegios de esa ciudad, lo cual generó todo tipo de reacciones. Por un lado, están quienes se muestran a favor y piden que la medida se replique en las distintas jurisdicciones del país y por otro, se encuentran quienes consideran que es una decisión retrógrada.
En Catamarca, la diputada provincial Stella Nieva presentó un proyecto de ley que busca prohibir el uso de teléfonos celulares a los estudiantes en los establecimientos educativos de nivel primario, públicos y privados en toda la provincia. Entre los fundamentos de este proyecto se encuentran la distracción y molestias que provocan, además de restar eficacia al dictado de las clases, interrumpiendo de esa manera a alumnos y docentes y produciendo por ende trastornos en el aprendizaje.
Algunos colegios de la provincia comenzaron a evaluar la posibilidad de regular el uso de celulares en clases, tal es el caso del Colegio Padre Ramón de la Quintana. El licenciado Rubén Martí, director general de esta institución, comentó que empezarían a aplicar esta medida en el nivel secundario a fines de agosto. «Nosotros venimos trabajando ya desde hace un tiempo porque hay una resolución, que es la 621 del Ministerio de Educación de la Provincia de Catamarca, donde no prohíbe, sino que de algún modo intenta reglamentar el uso del celular en las aulas. Hemos trabajado con toda la comunidad educativa, nos falta ahora tener reuniones con los padres porque el tema está claro, vamos a reglamentarlo de acuerdo a lo que dice la resolución, pero lo vamos a hacer a nivel comunitario también», dijo.
Martí señaló que «los mismos alumnos reconocen el mal uso del celular».
«Hemos buscado de manera coordinada con ellos la autorregulación durante el año pasado y no hemos logrado los objetivos. Tenemos que ir un paso más allá, hacer cumplir la resolución para de esta manera lograr los objetivos que tenemos, sobre todo desde el punto de vista académico» continuó.
Modalidad
El director general del Colegio Quintana resaltó que no está prohibido el uso del celular, «lo que está prohibido es el uso del teléfono dentro del aula en horas de clase, cuando el profesor no lo habilita para una clase específica. O no está prohibido para aquellos casos de enfermedad o de urgencia donde sea indispensable que el alumno tenga en su poder, mientras está en el aula, el uso del celular».
En este sentido, explicó que los alumnos deberán dejar el celular en una caja al ingresar al aula. «Esa caja va a estar cerrada con llave, es decir, el preceptor va a tomar asistencia y cada uno deja el teléfono en esa caja; hay una sola llave que la tendrá el preceptor. En el recreo, si alguno necesita tener el teléfono, se le entrega y luego, cuando entra a clase, nuevamente deja el teléfono. Este procedimiento es prueba y error, nunca lo hemos hecho. Es una situación que evidentemente es contra los usos y costumbres, es decir, son vicios que luego hay que convertirlos en virtudes. Las virtudes son la repetición de buenos actos y esto seguramente llevará un tiempo», dijo Martí.
En el caso de la primaria, el licenciado Rubén Martí señaló que aún resta definir cómo será implementado.
Otras instituciones
Si bien hasta el momento el Colegio Padre Ramón de la Quintana es uno de los primeros en confirmar la aplicación de esta medida, se supo que otras instituciones públicas y privadas de la provincia analizan por estos momentos la manera en que será instrumentada.