Ayer al mediodía, un perro bravo atacó ferozmente a una transeunte identificada como Andrea González, de 48 años, trabajadora en el rubro de ventas de comidas tradicionales, mientras se disponía a ir a comprar en un negocio del complejo ubicado en la calle principal del barrio La Estación.
Según declaraciones de la víctima, el can la atacó por sorpresa, tirándola al suelo y ensañándose con ella. Andrea sufrió heridas en su pierna derecha, que requirieron puntos y curaciones durante 15 días, además de reposo.
Afortunadamente, la intervención oportuna de una vecina evitó que el incidente tuviera consecuencias más graves.
Este incidente no es aislado, ya que vecinos han denunciado anteriormente la falta de cuidado y control de los animales por parte de sus dueños. La comunidad ha expresado su malestar a través de redes sociales, exigiendo medidas para prevenir este tipo de incidentes.
La falta de políticas públicas efectivas para la prevención y control de la población animal es evidente. La ausencia de programas de esterilización y castración, así como la falta de educación y conciencia entre los dueños de mascotas, contribuyen a la proliferación de incidentes como este.
En plena temporada turística, la deficiencia en términos de seguridad pública es particularmente preocupante. Es fundamental que las autoridades locales tomen medidas para abordar esta problemática y garantizar la seguridad de los ciudadanos y visitantes.
Agradecemos que el incidente no tuviera consecuencias más graves y esperamos que este evento sirva como llamado de atención para que se tomen medidas efectivas para prevenir la irresponsabilidad de los dueños de mascotas y garantizar la seguridad pública.

