También las escuelas se resintieron
El Gobierno lleva adelante un operativo de contención, quedan personas evacuadas y los turistas en la Hostería.
El viento zonda azotó con una fuerza sin precedentes a la comunidad de Laguna Blanca, en el departamento Belén, desde la tarde del jueves. Ayer, diversos organismos seguían trabajando en el operativo de contención y realizando relevamientos, que en un primer informe señalaron que los daños más severos afectaron al 85% de las viviendas, muchas de ellas colapsadas, caminos intransitables, vecinos evacuados y una comunidad entera que hoy requiere asistencia urgente. A esto se suman los daños en las infraestructuras escolares de la zona, con vidrios rotos y voladuras de techos.
Las ráfagas de viento, combinadas con polvo y una sequedad extrema, alcanzaron velocidades de entre 120 y 160 km/h, algo jamás registrado en la región. Emilio Rodríguez, miembro de Defensa Civil de Belén, confirmó que entre el 80% y el 85% de las viviendas sufrieron daños estructurales importantes, como voladuras de techos, derrumbes parciales y la rotura de aberturas. Además, señaló que los residentes se refugiaron donde pudieron, aún incrédulos ante la magnitud del fenómeno.
«Estamos trabajando y son 140 personas evacuadas, la gente tiene provisiones. Estamos coordinando la distribución, son 4 centros de evacuación. Vinimos desde Belén, está la Policía y Protección Civil. La gente está necesitando y estamos asistiendo», dijo a los medios de Belén.
El fenómeno meteorológico sorprendió a la población y obligó a desplegar un amplio operativo de emergencia, encabezado por Protección Civil, en conjunto con otros organismos del Gobierno provincial y el municipio de Villa Vil. Afortunadamente, no se reportaron víctimas fatales ni heridos de gravedad, aunque las pérdidas materiales son incalculables y la situación humanitaria es crítica.
Suman de esta manera, más de 90 viviendas gravemente afectadas y decenas de familias fueron evacuadas de forma preventiva y alojadas en espacios comunitarios adaptados de urgencia: el Salón de Usos Múltiples (SUM), el comedor EPI, la hostería municipal y el hospedaje Coquena. La infraestructura local, limitada, se ve desbordada frente a la magnitud del desastre.
En paralelo, unos 50 turistas que habían llegado para participar de la ceremonia de la Corpachada fueron evacuados en un operativo especial, ante el riesgo de quedar aislados por los caminos intransitables y las condiciones meteorológicas.
Asistencia
Ante el fenómeno, la respuesta oficial no tardó en llegar: equipos de salud, desarrollo social, obras públicas, vialidad y seguridad se movilizaron a la zona, con camiones, maquinaria pesada, ambulancias y personal especializado. La prioridad es contener a las familias, brindar asistencia alimentaria, médica y psicológica y comenzar con las tareas de limpieza y reconstrucción.
Ayer, el relevamiento fue casa por casa, con la luz del día para determinar el grado de afectación en cada domicilio y planificar la distribución de materiales y recursos. El intendente de Villa Vil, Ramón Gutiérrez, coordina junto a las autoridades provinciales la logística del operativo, por lo que luego se tendrá mayores novedades de la situación.
Es válido recordar que el Gobierno de Catamarca puso a disposición todos los recursos necesarios para enfrentar la emergencia, con participación activa de los Ministerios de Desarrollo Social, Salud, Hacienda y Obras Públicas, Vialidad Provincial, Defensa Civil, Bomberos Voluntarios de Belén y la Dirección de Protección Civil y Gestión de Riesgos.
Las imágenes que llegan desde Laguna Blanca son devastadoras: casas sin techos, colchones volando, postes caídos, caminos cubiertos de polvo y familias enteras sin refugio. La población, profundamente golpeada, se aferra a la solidaridad y la esperanza.
Escuela
Tras el temporal el edificio escolar de la localidad de Corral Blanco, que comparte 3 niveles educativos: JIN N°31 (nivel inicial), Escuela N°89 (nivel primario) y Anexo I de la Escuela Secundaria Rural N°30 (nivel secundario), se encuentra actualmente en mal estado, se observan en las fotografias enviadas, techos dañados, vidrios rotos, puertas caídas, entre otros daños. La población espera que se resuelvan los problemas edilicios para que toda la comunidad educativa pueda reanudar las clases en el menor tiempo posible.
De igual modo, otras instituciones cercanas deberán ser intervenidas, ya que también se dañaron, solo que aún no fueron relevadas.
Alerta amarilla
Mientras continúan las tareas de asistencia, el Servicio Meteorológico Nacional mantiene activa una alerta amarilla por vientos intensos para gran parte del oeste provincial, incluyendo los departamentos de Antofagasta de la Sierra, Belén, Tinogasta, Santa María y Andalgalá.
Las autoridades solicitan a la comunidad mantenerse informada a través de canales oficiales, extremar las precauciones y evitar transitar por caminos rurales afectados.