EDITORIAL
Todos los 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales. La fecha conmemora la firma de un tratado intergubernamental, realizado el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio, para la acción nacional y la cooperación internacional en la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. La importancia histórica radica en que fue el primero de los tratados modernos de carácter intergubernamental sobre conservación y uso sostenible de los recursos naturales.
Los humedales son clave para proteger la biodiversidad del planeta y evitar el avance del calentamiento global porque, pese a cubrir apenas 6% de la superficie terrestre, contiene el 40% de las especies vegetales y animales del mundo. Son, además, una fuente estratégica de agua dulce, ecosistemas en los que el agua es el principal factor que controla el entorno y la vida vegetal y animal. Son áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo.
Los humedales hoy están en peligro en el mundo. Por supuesto, también en la Argentina. En el último medio siglo han perdido un 35% de su superficie. Según los expertos, están disminuyendo tres veces más rápido que los bosques nativos, amenazados por factores como la urbanización, la deforestación sin control, alteraciones en la gestión de agua, la contaminación, la explotación excesiva de los recursos naturales en ellos existentes y, como ya se dijo, por el cambio climático.
Pese a ser una provincia semiárida, Catamarca posee humedales. Si bien está el humedal de las Salinas Grandes, cerca del límite con Córdoba y La Rioja, los más importantes son los humedales de altura, que se encuentran en los departamentos Antofagasta de la Sierra, Tinogasta, Belén y Santa María. La explotación del litio en estas regiones puede gravitar negativamente en los humedales si es que no se toman las precauciones necesarias.
A nivel nacional hace bastante tiempo que se discute acerca de la sanción de una ley de humedales. Existen antecedentes normativos en la materia. La Argentina aprobó Convención sobre los Humedales en 1991, a través de la Ley 23919. Pero el primer proyecto para sancionar una ley específica se presentó en 2013, sin que se trate. Recién en noviembre de 2022 las comisiones de Recursos Naturales y Conservación del Medio Ambiente, Agricultura y Ganadería, y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación dieron dictamen favorable al proyecto de ley de “Presupuestos Mínimos para la Conservación, uso racional y sostenible de los humedales”. No obstante, nunca se trató en el plenario del cuerpo y ya perdió estado parlamentario.
La gravedad del impacto que tiene la progresiva desaparición de los humedales debería motivar a los legisladores a recuperar la norma que los preserva. Lamentablemente, el consenso que había hasta hace poco puede resentirse por la conocida posición del presidente Javier Milei, poco amigable respecto de la protección del medioambiente. De todos modos, resulta imprescindible impulsar el tema nuevamente a través de un debate que ponga de manifiesto la centralidad de una ley de esas características.