2 – 0
Con goles de Aquino y Castro, el Fortín sometió a un desconocido equipo de Demichelis.
En el peor partido del ciclo Demichelis, River perdió feo ante Vélez: fue 2-0, aunque por el desarrollo la diferencia podría haber sido más abultada. A la amargura de la derrota, la de una racha que el Millonario parece no poder cortar: le está costando horrores hacerse fuerte fuera de casa, algo que se contrasta con los éxitos en el Monumental (sin ir más lejos, el 5-1 con baile del finde pasado).
La noche arrancó torcida para River. Un Vélez necesitado, sobre todo después de los triunfos de Independiente y Huracán, algunos de sus rivales directos en la pelea por la permanencia, lo desbordó. Al gol de Claudio Aquino, con la fortuna velezana del desvío en Mammana, se le sumó que el CARP no pateó al arco en toda la primera parte…
En el complemento se vio lo peor de los dirigidos por Micho. Acompañado de una lluvia que complicaba las cosas, River no paró de equivocarse. En el medio, propiciando contragolpes que no fueron letales únicamente por las manos de Franco Armani, y en la puerta del área. Así llegó el segundo tanto: un robo con definición a la ratonera de Santiago Castro significó el 2-0. La visita amagó a levantarse, tuvo alguna que otra chance, pero nunca pudo revertir la situación y se fue triste de un Liniers que siempre le resulta difícil.
