Las Chacras y Capayán muestran con nitidez los vectores que comienzan a tensionarse en el oficialismo bajo la continuidad propuesta con la fórmula Raúl Jalil-Rubén Dusso.
Tanto en Fray Mamerto Esquiú como en Valle Viejo se partieron las fórmulas de intendente y senador triunfantes en 2019.
En Fray Mamerto Esquiú, frustradas sus intenciones de candidatearse para un tercer período, el intendente Guillermo Ferreyra desechó un enroque con el senador Oscar Vera y plantó un esquema propio, con su secretaria de Desarrollo Social, Alejandra Benavídez, como candidata a la Intendencia.
La maniobra sorprendió a los operadores de Unión por la Patria, que suponían que sería relativamente sencillo sellar una lista única con Ferreyra para el Senado y Vera para la Intendencia, aunque pudieran presentarse colectoras.
Sin embargo, el jefe comunal apostó a fortalecer un esquema propio con la vista puesta en retener la gravitación territorial durante la próxima etapa, en la que varios indicios marcan que recrudecerá la disputa entre los dirigentes sub-50 del peronismo.
La designación de Benavídez para sucederlo tiene el mismo formato que los experimentos que solía practicar Gustavo Roque “Gallo” Jalile en Valle Viejo desde que la Carta Orgánica le impidió ejercer más de dos mandatos consecutivos, fuente de recordados conflictos con los vicarios que se le rebelaban cuando pretendía retomar el mando.
Ferreyra espera conseguir en el Senado consenso suficiente para acceder a la Presidencia provisoria del cuerpo –tercera autoridad de la Provincia- y sostener protagonismo entre sus congéneres, varios de los cuales convergieron para este turno en un grupo coordinado por el director del Banco Nación Francisco “Pancho” Mercado.
Esto, por supuesto, si gana. Antes de la contienda definitoria tiene que pasar la interna ante las otras dos listas.
Vera, que fue intendente, busca la reelección y pactó la candidatura a la Intendencia con la diputada provincial Verónica Mercado.
Una tercera propuesta lleva al exconcejal Javier Cejas como candidato a intendente y a Omar Napoleón Colque para el Senado.
La disputa empieza a levantar temperatura. Verónica Mercado denunció ayer que el domingo a la noche le apedrearon la casa y atribuyó el ataque a su posicionamiento electoral.
En Valle Viejo la intendenta Susana Zenteno se presenta a la reelección con Mario Gershani como candidato a senador.
Le salió al cruce el senador del departamento José Luis Martínez, que la acompañó en la boleta en 2019 pero ahora pretende sucederla. El retador obtuvo el respaldo de la diputada provincial y exintendenta Natalia Soria, que va como candidata a senadora afirmada en el aparato que le proporciona la jefatura a nivel provincial del poderoso Movimiento Evita de Emilio Pérsico.
Martínez empezó a meterle pimienta a la pelea, ante los anuncios de inauguraciones y el aumento salarial con bono de $60 mil pesos dividido en seis meses que anunció Zenteno.
“Ahora en campaña algunos se apuran y empiezan a hacer cosas que no hicieron en tres años y medio que han pasado”, subrayó.
El senador dijo que la unidad del peronismo chacarero “nunca fue una opción”.
“Nuestra manera de pensar es que ‘es con todos’, pero no en lo discursivo, sino en la realidad”, y que su intención es dar respuesta a los vecinos, que “no son escuchados”.
La confrontación en el peronismo de Valle Viejo tiene un ingrediente interesante, cuya incidencia habrá que ver: el exintendente no pone el cuerpo en la elección. ¿Logrará el radicalismo retener la totalidad de sus votos o una parte migrará para las opciones peronistas?
En el caso de Capayán mas precisamente en el norte de las jurisdicciones, el Intendente Soria va por su cuarto mandato, para asegurarse armo colectoras para reforzar su figura, atreves del Pte. del CD de Huillapima y la Senadora Departamental. El Lord Mayor y la Senadora llevan como primer precandidato a Concejal a dos funcionarios que son y representan a la localidad de Huillapima, sin impórtales el norte de la jurisdicción municipal.
Para contrarrestar esas maniobras, el norte tiene como precandidato a Intendente al conocido dirigente «Miky» Romero acompañado por una joven dirigente de Miraflores y por una disposición de la Justicia electoral provincial habilito a el joven Luciano Auce para que también compita ya que pudo demostrar que había presentado en tiempo y forma una carpeta (que se la traspapelaron en el PJ) en la cual es uno de los precandidato a Intendente.
Pero bueno, después llegaron las actitudes autoritarias, los dejaron sin trabajo al precandidato a intendente y al precandidato a Concejal, luego continuaron comprando voluntades y así bajaron de la lista a una precandidata a concejal de la lista de Romero, comenzaron con el festival de traslados de personal municipal que participan o piensa distinto. En 40 años de democracia no aprendimos nada. Ojala que llegue alguien a ocupar algún escaño en el CD de Huillapima que el primer proyecto que presente sea el llamado a una convencional constituyente, la que dicte la Carta Orgánica donde se limite los mandatos y de esa forma nadie quiera perpetuarse en los cargos.
Con información de El Ancasti