Marzo sin PASO

Dejará así a la oposición local huérfana de referencias nacionales afianzadas, al tiempo que sustraerá al Frente de Todos provinciano del indeseable influjo de las reyertas entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, entre las que maniobra Sergio Massa. La impredecible evolución del litigio oficialista podría afectar el equilibrio tripartito catamarqueño, afirmado en la alianza con la senadora nacional Lucía Corpacci y Saadi. Blindar la provincia, encapsularla salvo para la recepción de recursos nacionales, es la consigna.

No es la primera vez que postula la eliminación de las PASO, pero sí la primera que lo hace aislado de impulsos nacionales en el mismo sentido.

La oposición salió de inmediato a rechazar la posibilidad, con argumentos vinculados a la calidad institucional. Las razones son más prosaicas. Las primarias con financiamiento estatal son el mecanismo más eficaz que tiene para resolver el diseño electoral cuando aún no madura un sistema adecuado para cubrir dos grandes vacancias: la tracción electoral del extinto Eduardo Brizuela del Moral y la muñeca articuladora de Oscar Castillo, derrotado en las PASO del año pasado.

Estas ausencias explican las tensiones en Juntos por el Cambio, que debe reacomodarse a la disolución del Movimiento Renovador que orientaba Brizuela del Moral y la crisis del castillismo sin Castillo.

Marzo precipita los tiempos para ese proceso y la eventual eliminación de las PASO complica a los radicales al privarlos de un instrumento central en la negociación con sus socios del PRO y la Coalición Cívica: la alternativa de desafiarlos a competir en las urnas por los casilleros en las listas, que en este caso incluyen la categoría de Gobernador y las intendencias, Capital incluida.

En el oficialismo todavía nadie emitió opinión alguna sobre la idea de Jalil, pero podría haber resistencia de sectores para los que las PASO son útiles para demostrar que sostienen tono político, algo importante en el turno que viene porque abrirá el último mandato de Saadi en Capital.

Al respecto, es interesante lo que está ocurriendo en el Bañado de Ovanta de Elpidio Guaraz y en El Alto, dominado por los hermanos Ariel y Augusto Ojeda, donde antagonistas internos a los liderazgos tradicionales inscribieron partidos distritales para competir por fuera del Frente de Todos, en la huella abierta el año pasado por Raúl Barot en Los Altos y mucho antes, en la década del ’80, el Movimiento de Acción Vecinal en Huillapima.

Las PASO provinciales ya fueron suspendidas por la Legislatura en 2019, con el argumento del costo que insumirían. Era una escena similar a la actual, con los gobernadores desdoblando sus comicios de los nacionales. Finalmente, Lucía Corpacci fue una de los cuatro que los hicieron en forma simultánea, por lo que la suspensión quedó sin materia.

Habrá que ver qué pasa ahora.

Jalil anticipó que convocará a los legisladores provinciales para tratar el asunto y destacó recordar que en provincias como Salta y San Juan ya se presentaron proyectos para la suspensión.

En la UCR algunos -no todos- ajustan la vigilancia sobre los macristas, bajo sospecha de colaboracionismo desde que Enrique Cesarini viajó a la feria minera de Canadá con el Gobierno.

Fuente: El Ancasti

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