La idea de que el crecimiento por sí sólo provocará una redistribución del ingreso es la ilusión del derrame
Pese al batir del parche del crecimiento económico acontecido, la concentración del ingreso persiste, la formalidad del trabajo se deteriora, el salario real cae, lo hace aún más profundamente si se lo mide frente a la suba de los precios de los alimentos, la parte de la población que vive en la pobreza aumenta sustantivamente. El salario de referencia de la economía está por el piso, e incluso descienden los salarios del sector formal que negocia en paritarias, lo que reafirma la necesidad de intervenir los precios de la economía para frenar el desborde revanchista que llevan a cabo sus formadores. El FMI feliz, mientras la inflación se desborda y se licúa el gasto público, y la capacidad de consumo de la población, la política fiscal y monetaria llevan a una futura probable disminución del nivel de actividad; así, se completaría una lógica de ajuste que favorecería la atención de los servicios leoninos de la deuda refinanciada.
En realidad la idea de que el crecimiento por sí sólo provocará una redistribución del ingreso, es la ilusión del derrame. Esgrimirla resulta consistente con las declaraciones entrometidas del embajador del Imperio y de los funcionarios del FMI, cuando señalan que el país debe apoyar las actividades que son competitivas internacionalmente. Hacen concurrir tres objetivos buscados por Estados Unidos y el organismo multilateral en el cual esa superpotencia es el único miembro que tiene poder de veto:
A un préstamo otorgado fuera de normas y violando la organización jurídica argentina le corresponde una reestructuración que libere al país de condicionamientos y lo desate de un régimen de vencimientos que determina una política económica que destroza el nivel de vida de la población en la inmediatez y conforma una estructura económico social dependiente para el largo plazo.
La estrategia del primer peronismo protegió el nivel de empleo mediante la protección de las industrias sustitutivas de importaciones, mientras el aumento del salario real se condujo desde una política de control de las exportaciones. La convergencia de una economía con alto nivel de empleo y altos salarios requirió del control de exportaciones y el de las importaciones. En otro contexto, la recuperación del control del comercio exterior resulta vital para emprender un camino en pos de los mismos objetivos.
La realidad actual y la enseñanza histórica indican que los esfuerzos de ajuste emprendidos por la actual gestión del ministro de Economía, decidido a cumplir lo que no se debería con el FMI, no concitará apoyo popular ni proveerá a la construcción de hegemonía por parte de un Frente de fuerzas populares. Se trata por el contrario de acometer un cambio de rumbo hacia una política en la que el aumento del empleo se vea acompañado con el del salario y la eliminación de la pobreza.